Este martes Estados Unidos (EUA) y Reino Unido optaron por no firmar una declaración mundial suscrita por 58 países, entre ellos China y los miembros de la Unión Europea, que aboga por una inteligencia artificial (IA) “abierta”, “inclusiva” y “ética”.
“Aliarse con regímenes autoritarios para desarrollar o regular la IA es un error”, advirtió el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en referencia a China, presente en la cumbre de París.
En otro discurso, dirigido esta vez a la Unión Europea, Vance alertó sobre una “regulación excesiva del sector”, que está atrayendo inversiones multimillonarias y al mismo tiempo ha despertado alarma ante la proliferación de imágenes o noticias falsas, así como fraudes financieros en perjuicio de los usuarios.
La cumbre de la IA en la capital francesa, la tercera que se celebra en pocos años, mostró tres enfoques del fenómeno: Estados Unidos a favor de la creatividad sin frenos, India como voz del Sur pidiendo que no se olvide a los países pobres, y Europa anunciando inversiones para no quedar descolgada de la carrera. El gobierno británico por su parte se limitó a indicar que no escribió la declaración por “interés nacional”.
“Haremos todo lo posible por fomentar políticas que favorezcan el crecimiento de la IA”, indicó Vance en su discurso ante centenarios de líderes, como los copresidentes antes mencionados: el primer ministro indio, Narendra Modi, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
“Estados Unidos es líder en IA y la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, pretende que siga siéndolo”, agregó.
EUA FRENTE A LA IA: “ASOCIARSE CON REGÍMENES AUTORITARIOS SIGNIFICA ENCADENAR LA NACIÓN A UN AMO AUTORITARIO”
En un contexto de tensiones comerciales entre Washington y Pekín, el político republicano declaró a continuación que “asociarse con regímenes autoritarios significa encadenar su nación a un amo autoritario que busca infiltrarse, instalarse y apoderarse de su infraestructura de información”.
Vance puso como ejemplo las exportaciones “muy subvencionadas”, como las que China lleva a cabo con su tecnología 5G. En tanto, el viceprimer ministro chino, Zhang Guoqing, presente en la sala, no intervino en la plenaria.
Los firmantes del documento se pronunciaron a favor de una mayor coordinación en la gobernanza internacional de la IA, que requiere un “diálogo multilateral”, y por evitar “una concentración del mercado”.
La declaración, tras seis días de debates, pide “que la inteligencia artificial sea sostenible para el planeta y su población”. La cumbre se oficializó con la finalidad de crear un observatorio del impacto energético de la IA, dirigido por la Agencia Internacional de Energía (AIE), con sede en la capital francesa.
“La IA puede ayudar a transformar millones de vidas mediante mejoras en la salud, la educación, la agricultura y otras muchas cosas”, declaró por su parte el primer ministro indio, que albergará la próxima cumbre de la IA. Pero gobernar esta IA también implica “garantizar el acceso de todos, especialmente en el Sur Global”, advirtió.
“Si bien el potencial positivo de la IA es simplemente extraordinario, hay muchos sesgos que no podemos ignorar”, apuntó el primer ministro de la India.
“LA CUMBRE DE PARÍS HA SIDO UNA OPORTUNIDAD PERDIDA”
El desafío es “abrazar transformaciones tecnológicas formidables y hacerlo al mismo tiempo en beneficio de toda la humanidad”, explicó el presidente francés.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que la UE se propone, asociada al sector privado, invertir unos 200,000 millones de euros (206,000 millones de dólares) en el sector.
Para los responsables políticos presentes en el Grand Palais de París, la IA es demasiado importante, con implicaciones para la seguridad nacional, el mercado laboral, la salud y la educación.
Las divergencias son evidentes, en medio de un frenesí de descubrimientos, como el reciente robot conversacional chino DeepSeek, e inversiones multimillonarias.
La oferta más reciente es la propuesta del director de la red social X y de Tesla, Elon Musk, para comprar OpenAI, el pionero de la IA, por 97,400 millones de dólares.
“Tenemos como misión de beneficiar a toda la humanidad con la inteligencia artificial general [comparable a la inteligencia humana]. Y eso es lo que hemos venido a hacer. No estamos en venta”, indicó Sam Altman, el fundador de OpenAi, en París.
La cita de París ha sido “una oportunidad perdida”, en palabras del director de la start-up estadounidense Anthropic, Dario Amodei, luego de la postura de EUA frente a la IA. “Es necesario centrarse más sobre varios temas, como la necesidad de democratizar la IA, los riesgos para la seguridad y el mercado laboral. Estas tres cuestiones deberán figurar en el orden del día de la próxima cumbre”, indicó. N
(Con información de AFP)