Los municipios de Tlahualilo y Cuencamé, en Durango, continúan enfrentando una crisis hídrica que afecta a cerca de 7 mil habitantes con falta de agua en sus hogares.
A decir de Yadira Narváez Salas, directora de la Comisión de Agua del Estado de Durango (CAED), se trabaja en soluciones para mitigar el problema en ambas localidades.
En Cuencamé, la escasez de agua impacta al 50 por ciento de la población, cerca de 5 mil personas, que depende del suministro a través de pipas y tandeo. La situación se debe a la profundidad del manto freático y la baja disponibilidad de agua en la zona. Actualmente, el municipio cuenta con siete pozos, pero cuatro han dejado de operar.
Para evitar perforaciones sin éxito, en próximos días, un geólogo realizará un estudio para identificar el punto idóneo donde abrir un nuevo pozo. Se buscará aprovechar el volumen de concesión de los pozos inactivos para sustituirlos por nuevas fuentes de agua.
En Tlahualilo, la problemática es similar, pero se espera una solución definitiva a la falta de agua con la conclusión de la troncal de agua saludable para la Laguna. Solo restan dos cruces ferroviarios para completar la infraestructura y permitir la llegada de agua potabilizada a un tanque de almacenamiento.
Por último, reafirmó que se sigue trabajando en alternativas para garantizar el acceso al agua en estos municipios, mientras las comunidades enfrentan la crisis con suministro limitado.
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