Este lunes, Donald Trump regresó al cargo de presidente de los Estados Unidos, marcando el inicio de un segundo mandato que genera temor y controversia, especialmente entre los migrantes en situación irregular, quienes enfrentan la amenaza de deportaciones masivas e inminentes.
Durante un mitin en Washington, Trump prometió derogar, en cuestión de horas, cada orden ejecutiva del saliente presidente Joe Biden, señalando que “al mediodía, se cierra el telón de cuatro largos años de decadencia estadounidense”.
Un juramento en el Capitolio con cambios históricos
El juramento presidencial, previsto bajo la cúpula del Capitolio debido al frío ártico, será un evento cargado de simbolismo. Con una mano sobre una Biblia heredada de su madre, Trump jurará proteger la Constitución, en el mismo lugar donde, en enero de 2021, sus seguidores intentaron evitar la certificación de la victoria de Biden.
La ceremonia contará con la presencia de figuras prominentes como Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, así como expresidentes como Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama.
Promesas de una “edad de oro”
Trump promete un mandato que llama una “edad de oro”, enfocándose en el endurecimiento de las políticas migratorias, el impulso a la producción petrolera y la lucha contra las ideologías de izquierda. Ha asegurado que tomará medidas drásticas para proteger las fronteras y detener la inmigración ilegal, declarando que “no nos invadirán ni nos conquistarán”.
Sus planes incluyen declarar emergencia en la frontera con México, designar a los cárteles como organizaciones terroristas y restablecer el programa ‘Quédate en México’.
Reacciones internacionales y apoyo de la derecha radical
La victoria de Trump ha inspirado a la derecha radical en todo el mundo. Líderes como Giorgia Meloni de Italia, Javier Milei de Argentina y Daniel Noboa de Ecuador estarán presentes en la investidura, junto a figuras políticas controvertidas como el opositor venezolano Edmundo González Urrutia, considerado por Trump como el “presidente electo” de Venezuela.
Una transición marcada por tensiones
Aunque Joe Biden ha buscado mantener una transición civilizada, Trump sigue sin reconocer la derrota de 2020. Horas antes de la ceremonia, Biden concedió indultos preventivos a funcionarios y congresistas, una medida que destaca las tensiones políticas que marcaron su mandato.
Un segundo mandato con poder consolidado
Trump inicia este nuevo periodo con una influencia considerable sobre el Partido Republicano, una Corte Suprema inclinada a la derecha y una mayoría estrecha en el Congreso. Sin embargo, enfrenta límites constitucionales que podrían impedirle optar a un tercer mandato, salvo que logre un cambio extraordinario en la legislación.
La investidura concluirá con desfiles y celebraciones, reflejando el apoyo ferviente de sus seguidores, quienes ven en Trump un líder capaz de transformar el país y el mundo. N
(Con información AFP)