Los padres realmente tienen preferencias entre sus hijos, y estas suelen inclinarse hacia las hijas, los primogénitos y aquellos que demuestran rasgos de conciencia, según un metaanálisis publicado este jueves 16 de enero por la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés).
“Durante décadas los investigadores han sabido que el trato diferenciado por parte de los padres puede tener consecuencias duraderas para los niños. Este estudio nos ayuda a entender qué menores tienen más probabilidades de ser objeto de favoritismo, que puede resultar en algo positivo o negativo”, apunta en un comunicado Alexander Jensen, autor del estudio y profesor asociado de la Universidad Brigham Young, Estados Unidos.
De acuerdo con la APA, el estudio examinó el vínculo entre las características de los niños y las diferencias en cómo sus padres los tratan, teniendo en cuenta posibles moderadores como la edad del infante, el género de los padres y los métodos de medición.
Para el documento, los investigadores realizaron un metaanálisis de 30 artículos de revistas y tesis revisadas por pares, junto con 14 bases de datos, que abarcaron un total de 19,469 participantes. Examinaron cómo el orden de nacimiento, el género, el temperamento y los rasgos de personalidad (extroversión, amabilidad, apertura, escrupulosidad y neuroticismo) estaban vinculados con el favoritismo parental.
“Los padres pueden mostrar favoritismo de muchas maneras, incluida la forma en que interactúan con sus hijos, cuánto dinero gastan en ellos y cuánto control ejercen sobre ellos”, escriben los científicos.
LA RELACIÓN DE LOS HIJOS CON SUS PADRES BENEFICIA O AFECTA SU SALUD MENTAL
En total analizaron cinco dominios: trato general, interacciones positivas, interacciones negativas, asignación de recursos y control. Tanto Jensen como McKell A. Jorgensen-Wells, otro autor del libro, descubrieron que los niños más conscientes, agradables, responsables y organizados tienen más probabilidades de recibir un trato más favorable y menos de entrar en conflictos con sus padres.
Por otro lado, los hermanos mayores suelen disfrutar de mayores libertades en comparación con los menores. Además, factores como el género de los padres influyeron significativamente en las preferencias hacia determinados hijos.
Los investigadores inicialmente pensaron que las madres tenderían a favorecer a las hijas y los padres a los hijos. Sin embargo, el estudio descubrió que ambos eran más proclives a favorecer a las mujeres.
“La sociedad parece valorar especialmente a las personas extrovertidas, pero dentro de las familias pueden importar menos”, según Jensen.
A tenor de los investigadores, los hermanos que reciben un trato menos favorecido tienden a tener una peor salud mental y relaciones familiares más tensas. Ahora, los científicos esperan que sus hallazgos alienten a los padres a ser más conscientes de sus prejuicios y se esfuercen por tratar a todos sus hijos de manera justa.
“La próxima vez que te preguntes si tu hermano es el niño mimado, recuerda que probablemente hay más cosas detrás de escena que una simple preferencia por el mayor o el menor. Puede ser una cuestión de responsabilidad, temperamento o simplemente de lo fácil o difícil que sea tratar contigo”, concluye Jensen. N