Un grupo de científicos descubrió una sorprendente diversidad microbiana en las profundidades de la Tierra, un hallazgo que podría tener implicaciones en la búsqueda de vida en Marte.
El estudio, publicado en Science Advances, examinó microbios de hasta 4,828 metros bajo tierra y 487 metros debajo del fondo marino. Estos microorganismos sobreviven en ambientes extremos y con escasa disponibilidad de energía, condiciones que podrían asemejarse a las de Marte o de otros mundos con ecosistemas subterráneos.
Dirigida por el ecólogo microbiano Emil Ruff, la investigación es la primera comparación a gran escala de los microbiomas del subsuelo marino y terrestre, que ofrece una visión de las posibles adaptaciones de la vida extraterrestre.
El artículo es importante, a tenor de los investigadores, porque tiene implicaciones para la búsqueda de vida extraterrestre. Si Marte u otros planetas rocosos alguna vez tuvieron agua líquida debajo de sus superficies, los ecosistemas allí podrían parecerse a la biosfera profunda de la Tierra.
El estudio destaca, por ejemplo, cómo la vida puede persistir con un mínimo de energía, con células microbianas sumergiéndose más lentamente que en la superficie. Comprender estas adaptaciones podría perfeccionar futuras misiones de astrobiología en la búsqueda de señales de vida.
“Es fascinante que, en estos entornos de baja energía, la vida parece ralentizarse hasta un mínimo absoluto. Algunas células del subsuelo se dividen solo una vez cada 1,000 años. Por lo tanto, estos microbios tienen escalas de tiempo de vida completamente diferentes”, afirmó Ruff en un comunicado.
LA CONEXIÓN ENTRE LA DIVERSIDAD MICROBIANA SUBTERRÁNEA Y LA BÚSQUEDA DE VIDA EN MARTE
Los microbios del subsuelo terrestre han evolucionado para sobrevivir prácticamente sin energía. Su metabolismo está perfectamente ajustado para ser increíblemente eficiente. De acuerdo con el estudio, la diversidad microbiana subterránea puede rivalizar o incluso superar la de los ecosistemas superficiales, como los arrecifes de coral.
Los científicos estiman que entre 50 y 80 por ciento de las células microbianas de la Tierra pueden vivir en estos ecosistemas subterráneos. “Ahora también podemos apreciar que quizás la mitad de la diversidad microbiana de la Tierra está en el subsuelo”, dijo Ruff. Estos entornos son lugares inhóspitos para vivir, con poca energía o calor para mantener en marcha los procesos biológicos.
“Tiene sentido adaptarse evolutivamente para minimizar absolutamente sus requerimientos de potencia y energía y optimizar cada parte de su metabolismo para que sea lo más eficiente energéticamente posible. Y de eso también podemos aprender: cómo ser extremadamente eficiente cuando trabajas con casi nada”, apuntó Ruff.
A tenor del ecólogo microbiano, Marte, que en el pasado estuvo cubierto de agua, podría albergar ecosistemas rocosos similares a los analizados en este estudio, posiblemente ubicados a kilómetros bajo su superficie.
Ruff agregó al tema: “La energía sería muy baja y los tiempos de generación de los organismos serían muy largos. Comprender la vida profunda en la Tierra podría ser un modelo para descubrir si hubo vida en Marte y si sobrevivió”. Se descubrió que los ambientes marinos subterráneos están particularmente ubicuos con vida microbiana. En estos reinos prosperan las arqueas, microorganismos similares a las bacterias, pero evolutivamente distintos de ellas.
Las arqueas son formas de vida antiguas, conocidas por perdurar en algunos de los entornos más extremos del planeta, como las piscinas termales hirvientes del Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)