Una colección de restos humanos prehistóricos reveló información importante sobre una “brutal masacre” que tuvo lugar hace más de 4,000 años, durante la Edad del Bronce.
Para un estudio publicado en la revista Antiquity, un grupo de investigadores analizó más de 3,000 huesos y fragmentos de huesos atribuidos a docenas de individuos del yacimiento de la Edad del Bronce Temprano de Charterhouse Warren, en el suroeste de Inglaterra.
La colección de restos óseos, poco conocida y única en Reino Unido, develó que los individuos fueron asesinados, desmembrados y probablemente consumidos en partes. Esto antes de arrojarlos a un pozo natural de casi 15 metros de profundidad. Los autores del estudio creen que todo esto ocurrió durante un único evento que tuvo lugar en algún momento entre 2210 y 2010 a. C.
“El nivel y la escala de violencia que ocurrió durante este evento no tiene precedentes en la prehistoria británica, hasta donde sabemos”, comentaros los autores.
No obstante, la evidencia física de violencia en Reino Unido durante la Edad del Bronce Temprano (aproximadamente entre el 2500 a. C. y el 1500 a. C.) es muy limitada, a pesar del hecho de que se encontraron cientos de esqueletos de ese periodo.
“Hay algunos esqueletos con lesiones, pero en general la impresión dominante ha sido la de un tiempo relativamente pacífico”, señaló a Newsweek el autor principal del estudio, Rick Schulting, de la Universidad de Oxford.
Y agregó al tema: “De hecho, tenemos más pruebas de conflicto desde el Neolítico temprano (unos 1,500 años antes de Charterhouse) y la Edad del Bronce Media y Tardía, cuando aparecen las primeras armas a medida (espadas), junto con las fortificaciones en las cimas de las colinas hacia el final del período. Pero a veces un único yacimiento puede cambiar radicalmente nuestras percepciones, y creo que Charterhouse tiene el potencial de hacer precisamente eso”.
UN DESCUBRIMIENTO “ACCIDENTAL”
Para Schulting, “Charterhouse Warren es uno de esos raros yacimientos arqueológicos que desafían la manera en que pensamos sobre el pasado. “Es un duro recordatorio de que la gente de la prehistoria podía igualar atrocidades más recientes y arroja luz sobre el lado oscuro del comportamiento humano”.
El conjunto de huesos de Charterhouse Warren se descubrió accidentalmente en la década de 1970 por un grupo de espeleólogos que buscaba un nuevo sistema de cuevas en la zona. Sin embargo, antes del último estudio se sabía muy poco sobre los huesos.
“Antes de nuestro trabajo, el único artículo sustancial publicado sobre el sitio en 1988 trataba principalmente sobre el sistema de cuevas. Se mencionó el hecho de que se encontraron huesos humanos y se observó que algunos tenían marcas de cortes, pero se subestimó por completo el número de huesos (200 frente a más de 3,000), al igual que la cantidad de evidencias del ‘procesamiento’ de los cuerpos. Esta es una de las razones por las que el sitio ha permanecido poco conocido”, dijo.
En un intento de esclarecer lo que les ocurrió a estos individuos, el equipo de investigación analizó los restos e identificó numerosas marcas de cortes. Además de fracturas perimortem (es decir, realizadas en el momento de la muerte) y heridas contundentes en el cráneo. Los hallazgos del equipo indican que las víctimas fueron asesinadas a corta distancia con instrumentos contundentes, antes de ser sistemáticamente desmembradas, masacradas y posiblemente parcialmente consumidas.
LAS EVIDENCIAS DE LA EDAD DEL BRONCE
De acuerdo con Schulting, muchas heridas contundentes en la cabeza, lo que sugiere que asesinaron a todos los individuos. Y aunque previamente se habían observado marcas de cortes, no había indicios de la forma sistemática en que luego se desmembró a las víctimas, se les quitó la carne y se les rompieron los huesos.
Los investigadores también pudieron demostrar que en el conjunto óseo están representados al menos 37 individuos, incluidos hombres, mujeres y niños, lo que indica la existencia de una comunidad.
“Es probable que haya habido incluso más, ya que solo podemos calcular un número mínimo”, añadió Schulting.
Dado que no había indicios de pelea, lo más probable es que las víctimas fueran tomadas por sorpresa al ser atacadas por los enemigos. En el lugar se encontraron numerosos huesos de ganado mezclados con restos humanos, lo que sugiere que los atacantes no necesitaban comerse a sus víctimas debido a la falta de alimentos. Los autores proponen que el canibalismo pudo haber servido para deshumanizarlas.
Los investigadores examinaron luego la cuestión de qué podría haber motivado tales actos de violencia extrema. El cambio climático y la competencia por los recursos no parecen ser factores que exacerbaran el conflicto en Reino Unido durante la Edad del Bronce Temprano. Tampoco hay evidencia de conflicto interétnico. Esto indica que los factores sociales pueden haber sido los impulsores clave. En este periodo, los posibles desencadenantes de la violencia pueden haber incluido el robo, los desaires e insultos percibidos y las acusaciones de brujería.
Según Schulting, es poco probable que la violencia extrema que se produjo en el lugar fue un incidente aislado. Un suceso de ese tipo probablemente habría tenido repercusiones, ya que los familiares y amigos de las víctimas buscaron venganza.
“Aunque no suelen rastrearse en el registro arqueológico, los ciclos de venganza ojo por ojo pueden escalar dramáticamente y pueden ser desproporcionados respecto de la ofensa original”, escribieron los autores en el estudio. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)