El Día de Acción de Gracias y la gratitud están estrechamente vinculados porque esta festividad surgió con el objetivo de reflexionar sobre las bendiciones recibidas. Más allá de los banquetes, los colores festivos y desfiles, esta celebración promueve vínculos más fuertes y contribuye al bienestar mental. Pero si hablamos de gratitud, ¿cuáles son sus beneficios emocionales?
El Día de Acción de Gracias, también conocido como Thanksgiving Day, es una festividad nacional que se celebra oficialmente en Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, en otros países como México, Australia y algunas regiones de Centroamérica, diversas familias también realizan comidas especiales en honor a esta fecha.
De acuerdo con un sitio oficial del gobierno de Estados Unidos, esta tradición tiene su origen en 1621, cuando los colonos ingleses celebraron con los nativos de la zona el éxito de su primera cosecha durante tres días consecutivos.
De los colonos que habían llegado el año anterior, en el barco “Mayflower”, a la colonia de Plymouth (parte del actual estado de Massachusetts), solo la mitad logró sobrevivir el primer invierno. Por esta razón, la cosecha exitosa del año siguiente fue motivo de celebración y gratitud. En ese entonces compartieron pavo, calabazas y frutas secas con los nativos.
Actualmente en Estados Unidos el Thanksgiving Day se festeja el cuarto jueves de noviembre; este año será el jueves 28. Pero ¿cuál es la importancia de la gratitud?
REDUCE LOS NIVELES DE CORTISOL EN EL CUERPO
A tenor de las Naciones Unidas (ONU), la gratitud, cualidad de ser agradecido, consiste en apreciar los aspectos (no materialistas) de la vida y la voluntad de reconocer que los demás desempeñan un papel en nuestro bienestar emocional.
“Es una emoción fuertemente relacionada con la salud mental, la satisfacción vital, el optimismo, la autoestima, las relaciones sociales y la felicidad que perdura a lo largo de la vida. Es una habilidad esencial para lograr el autoconocimiento y la autogestión”, dilucida la ONU en un artículo.
Para Noemi Quiñones, psicóloga y coordinadora del Centro de Reconocimiento de la Dignidad Humana en el Tecnológico de Monterrey, al vivir en gratitud “podemos ver la adversidad y el dolor como una forma de crecimiento y transformación de cada historia y etapa de nuestra vida”.
En palabras de Quiñones, esta cualidad puede recudir los niveles de cortisol en el cuerpo; ayuda a mejorar la salud mental y aumenta los niveles de dopamina y serotonina, que se traduce en ser optimista.
“La gratitud tiene el poder de romper el sesgo de la negatividad. Hace que podamos ver lo que sí se puede, en lugar de potencializar las barreras. Esto ayuda a disminuir la ansiedad, estrés o depresión”, puntualiza en un texto académico.
LOS BENEFICIOS DE LA GRATITUD DESDE LA VISIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS
En resumen, la ONU aborda la importancia de la gratitud de la siguiente manera:
- Las personas agradecidas son más felices. Experimentan más esperanza, optimismo, autoestima y rinden más en la escuela y el trabajo.
- La gratitud está relacionada con una mayor compasión, dando lugar a relaciones más sólidas. De igual manera, se asocia con un estilo de vida más saludable, un mejor descanso, un sistema inmune fortalecido y menos emociones negativas como la envidia.
- Contribuye a la esperanza, la resiliencia y el afrontamiento de crisis.
- Una mentalidad optimista libera neuroquímicos del bienestar como la dopamina, la oxitocina y la serotonina. N
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