Araceli Gutiérrez Contreras, jueza de Control del Distrito Judicial de Tlalnepantla de Baz, en el Estado de México, dejó en libertad a un hombre que presuntamente abusó sexualmente de una niña de seis años en más de medio centenar de ocasiones.
Durante una audiencia realizada el pasado 12 de noviembre, la jueza decidió que el acusado, José “N”, quedara en libertad bajo el argumento de que los delitos por los cuales estaba siendo juzgado ya habían prescrito.
Luego de preguntar en dos ocasiones las fechas en las que se cometieron los delitos, la juzgadora pidió a los abogados de la víctima y al ministerio público que confirmaran esas fechas. Posteriormente, contó los años, sacó conclusiones y dijo que los delitos estaban prescritos, así que el acusado podría irse a su casa: “Se ordena el inmediato externamiento del imputado”, manifestó.
Gutiérrez Contreras argumentó lo que estaba vigente en las leyes en 2007, año de las agresiones, y añadió que los acusados deben gozar de la certidumbre de que el tiempo extingue las sanciones aplicables, ya que la prescripción es una forma de mantener la legalidad.
De acuerdo con la denuncia de la víctima, identificada como AC, el acusado abusó sexualmente de ella en varias ocasiones durante el año 2007, cuando tenía seis años.
EL ACUSADO ERA CHOFER DE LA FAMILIA DE LA VÍCTIMA
José “N” era chofer de la familia de la víctima y uno de sus deberes era trasladar a la entonces niña a las clases extracurriculares que tomaba por las tardes. Sin embargo, estacionaba el vehículo en una calle poco transitada y aprovechaba el momento para cuestionar a la menor sobre temas sexuales. Luego la manoseaba, se masturbaba frente a ella y la penetraba.
AC cargó sola con su sufrimiento y martirio durante más de 15 años, pues no pudo hablar con su familia de los abusos que padeció sino hasta el año pasado, cuando le reveló a su padre la serie de violaciones que sufrió a manos de su entonces chofer.
Posteriormente, con el apoyo de amigos y familiares, en diciembre de 2023 la víctima presentó la denuncia formal contra José “N”. Al rendir su declaración describió las muchas veces que el chofer la condujo en el auto hasta un sitio poco transitado, donde abusaba de ella sexualmente.
De acuerdo con el relato de AC, el acusado incluso llevaba y le mostraba pornografía. Y una de las fechas de las múltiples violaciones quedó grabada claramente en la mente de la entonces menor porque era el cumpleaños de su padre.
El fallo de la jueza Araceli Gutiérrez, que liberó al acusado en menos de dos horas, dejó atónitos al ministerio público y a los abogados de AC. Una posterior apelación emitida por la Fiscalía del Estado de México expone que los agresores sexuales no deben encontrar ventajas en la vulnerabilidad de la víctima, de allí que se considere que los años después de los cuales prescribe el delito comienzan a contarse a partir de la mayoría de edad, por lo que el caso de la denunciante prescribe en 2033.
EL CRITERIO DE LA JUEZA NO BENEFICIÓ A LA NIÑA ABUSADA SEXUALMENTE
Es decir, de acuerdo con lo expuesto en la apelación de la Fiscalía mexiquense, la jueza no debió contar desde 2007 para determinar la prescripción de los delitos, sino desde el año en el que la víctima cumplió la mayoría de edad.
En ese sentido, la jueza pudo aplicar el criterio que han dictado jurisprudencias en el sentido de que la prescripción se empieza a contar desde la mayoría de edad o que los ataques sexuales son imprescriptibles por tratarse de una niña menor y mediar violencia de género.
En 2023, tras presentar la correspondiente denuncia en la agencia del ministerio público, a AC la sometieron a peritajes para determinar su afectación mental luego de los ataques sexuales padecidos y el silencio que cargó durante más de 15 años. Los resultados arrojaron que la víctima sufre estrés postraumático, ansiedad y depresión.
Al acusado, José “N”, lo capturaron hace unas semanas, en este mes de noviembre, a casi un año de la presentación de la denuncia. La orden de aprehensión girada en su contra lo señalaba como probable responsable en la comisión de los delitos de violación equiparada y actos libidinosos. Frente a la jueza asignada al caso, el imputado escuchó la relatoría de actos de depravación continuos en contra de la niña de seis años.
LA JUEZA INCURRIÓ EN UNA “RESOLUCIÓN ILEGAL”
A efecto de que el acusado fuera castigado, la víctima debió vivir los peritajes, rememorar los ataques y presentarlos ante la jueza. En tanto, el fiscal apeló al hecho de que se trataba de una menor de edad, a las leyes de defensa de los derechos de la infancia y a que se trataba de un caso evidente de agresiones de género.
Todo quedó asentado en el expediente y todo se expuso en el juicio oral que la jueza Gutiérrez Contreras escuchó durante un par de horas, tras lo cual dictó la libertad del acusado.
Posterior a la decisión de la jueza, la víctima indicó que no permitirá que su denuncia tenga ese final y sus abogados señalan que Araceli Gutiérrez, al momento de emitir su resolución, dejó de advertir avances jurídicos no solo en temas nacionales, sino internacionales, respecto a ser enfáticos en la persecución de los depredadores sexuales.
Entre otros puntos, la apelación de la Fiscalía del Estado de México sentencia explícitamente que la jueza Gutiérrez incurrió en una “resolución ilegal, inconstitucional e inconvencional” que impide el acceso a la justicia de una mujer atacada sexualmente cuando tenía solo seis años. N
(Con información de Crónica)