La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un padecimiento pulmonar común que causa dificultad para respirar. Es una de las principales causas de muerte en México, con una prevalencia de 7.8 por ciento en la población; sin embargo, su alta mortalidad se debe a que más de la mitad de los casos no son diagnosticados a tiempo.
Este padecimiento, también denominado como “enfisema” o “bronquitis crónica”, reduce el flujo de aire y causa problemas respiratorios, tos crónica (a veces con esputo) y sensación de cansancio. Asimismo, la mucosidad puede dañar u obstruir los pulmones.
Según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos síntomas pueden empeorar rápidamente y son conocidos como exacerbaciones. Aunque suelen durar pocos días, a menudo los pacientes requieren medicamentos adicionales.
Algunas de las causas más comunes de la EPOC son el tabaquismo y la exposición pasiva al humo ajeno, así como la exposición prolongada a gases tóxicos y a la contaminación del aire, principalmente en interiores.
Otros factores de riesgo incluyen haber padecido asma en la infancia, eventos en la vida fetal y los primeros años de vida, como el retraso del crecimiento intrauterino, la prematuridad y las infecciones respiratorias frecuentes o graves en la infancia. Asimismo, el déficit de alfa-1 antitripsina, una enfermedad congénita rara, es detonante de la EPOC.
LA EPOC NO TIENE CURA
Por eso, aunque el padecimiento no tiene cura, su impacto disminuye al evitar fumar, reducir la exposición al aire contaminado, vacunarse para evitar infecciones y apoyarse en fármacos, oxígeno y rehabilitación pulmonar.
Cuando una persona presenta los síntomas característicos de la EPOC se recomienda buscar un diagnóstico que, generalmente, se confirma mediante una prueba de función pulmonar, llamada espirometría. Esta consiste en soplar con tanta fuerza como se pueda dentro de una máquina pequeña que evalúa la capacidad pulmonar.
Una de las mayores señales de alarma en países de ingreso mediano y bajo es que las instituciones no suelen poseer los medios para realizar espirometrías, por lo que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica no se diagnostica.
En cuanto a los medicamentos, uno de los más importantes para tratar la EPOC son los inhaladores broncodilatadores, los cuales relajan las vías respiratorias para mantenerlas abiertas.
La OMS estima que, a medida que se agrava la enfermedad, la vida cotidiana de los pacientes se ve afectada, pues resulta más difícil realizar las actividades cotidianas habituales a causa de la falta de aire.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS, SOCIALES Y PSICOLÓGICAS
Además, esta enfermedad puede tener consecuencias económicas considerables, tanto por la afectación a la productividad en el trabajo y en el hogar como por el costo del tratamiento médico.
El monitoreo médico de forma periódica es vital, pues las personas con EPOC tienen un mayor riesgo de padecer otros problemas de salud, como infecciones pulmonares, gripe o neumonía, cáncer de pulmón, enfermedades del corazón, debilidad en los músculos y osteoporosis.
Asimismo, la salud mental del paciente se ve afectada, pues puede desarrollar ansiedad y aproximadamente el 40 por ciento sufre depresión.
La EPOC y asma comparten sintomatología y se puede padecer ambas enfermedades. En ambos casos, las precauciones adicionales en temporada invernal son indispensables para evitar exacerbaciones graves.
“Al ser una de las principales causas de muerte en México, con el inicio de la temporada invernal es fundamental que aquellos que padecen esta enfermedad mantengan sus tratamientos al día, así como su esquema de vacunación, además de consultar regularmente a su especialista” detalla Marco Polo, gerente médico del área respiratoria de la empresa biofarmacéutica GSK.
Al igual que en todos los padecimientos crónicos, “la prevención, el diagnóstico temprano y la adherencia al tratamiento son clave para evitar complicaciones graves y mejorar la calidad de vida de los pacientes”, añade el directivo. N