Una exposición en la Scala de Milán intenta desentrañar el secreto del éxito del compositor italiano de ópera Giacomo Puccini (1858-1924), quien se convirtió en una superestrella mundial impulsada por los nuevos medios de su época: el cine y la discoteca.
La invención del gramófono permitió a la ópera entrar en las casas “y la gente pudo escuchar a los mejores cantantes, como Enrico Caruso”, explicó a los periodistas Gabriele Dotto, curador de la exposición que abrió el jueves.
Las nuevas tecnologías surgidas a inicios del siglo XX revolucionaron la cultura musical, creando una “explosión comercial”. En pocos años, “las ventas de discotecas se cuadruplicaron”, contribuyendo a la popularización de la ópera, comentó.
El compositor y su editor Ricardi aprovecharon la coyuntura para construir el aura de una estrella internacional a través de modernas campañas de marketing, con carteles y postales. Así nació la “marca” Puccini.
“En esta exposición descubrimos aspectos de la personalidad de Puccini que no conocíamos, como su interés por el marketing”, dijo a la AFP el director saliente de la Scala, Dominique Meyer.
GIACOMO PUCCINI Y SUS “DEPÓSITOS DE RELIQUIAS”
“Esta es una oportunidad de reabrir algunos documentos y ver, por ejemplo, que casi todos los estrenos de las óperas de Puccini fueron fracasos, desastres, ferozmente condenados por la crítica”, contó.
Pese a esos contratiempos, “rápidamente se volvió una superestrella porque el público se encargó de convertirlo en uno de los compositores más importantes de la historia de la ópera”, apuntó Meyer.
La exposición, organizada con motivo del centenario de la muerte de Puccini, exhibe numerosos documentos originales del vasto patrimonio del Archivo Histórico Ricardi, propietario del gigante mediático alemán Bertelsmann.
“Para nosotros, esos archivos no son solo un depósito de reliquias importantes del pasado, son una materia viva capaz de iluminar elementos históricos del mundo de la música”, indicó su director, Pierluigi Ledda.
Entre los documentos inéditos expuestos figuran los bocetos del dúo final de “Turandot”, que el maestro dejó inconcluso, “notas privadas” cuya “complejidad insondable” y “aparente caos” deben “intrigar a los melómanos”, según Dotto.
Cerca de allí se observa una túnica de terciopelo azul con una larga cola bordada en oro, el traje que lució la soprano Birgit Nilsson para un montaje de “Turandot” en la Scala durante la temporada 1958-1959.
LOS VIAJES DEL CÉLEBRE COMPOSITOR
Las arias de “Tosca”, “La Bohème” y “Manon Lescaut” resuenan en una pequeña sala oscura dedicada a los primeros registros de la obra de Puccini grabados en las discotecas de la época.
Fotos en blanco y negro ilustran los viajes del célebre compositor a Buenos Aires y Nueva York, sitios culturales que lo fascinaron y donde promovieron sus óperas. El cine mudo también figura en la exposición, al recordar el éxito de la película sobre “Madame Butterfly”, interpretada por Mary Pickford.
Titulada “Puccini – Opera Meets New Media” (La ópera se encuentra con los nuevos medios), la exposición multimedia emplea también la inteligencia artificial para crear un retrato en 3D del compositor y reproducir las decoraciones de la ópera de su época. La exposición permanecerá abierta hasta el 12 de enero en el Museo de la Scala, Italia. Una primera versión de esta colección de obras de Puccini se exhibió en la pasada primavera boreal en la sede de Bertelsmann en Berlín. N
(Con información de AFP)