El cáncer en jóvenes es un tema de creciente preocupación y estudio. En los últimos años se ha observado un aumento en los casos de cáncer de aparición temprana, es decir, aquellos diagnosticados en personas de entre 18 y 49 años. Esta tendencia alarmante indica que los adultos deben empezar a ser conscientes de sus riesgos y considerar la realización de pruebas de detección para ciertos tipos de cáncer a una edad más temprana.
Un estudio reciente publicado por la Sociedad Estadounidense de Cáncer concluyó que los pacientes con esta enfermedad “están pasando cada vez más de ser individuos jóvenes a personas de mediana edad”. Por ejemplo, el cáncer de cuello uterino es la segunda causa principal de muerte en mujeres de 20 a 39 años, y el cáncer colorrectal y de mama son las principales causas de muerte en hombres y mujeres, respectivamente, de 20 a 49 años.
“No debemos descartar la posibilidad de cáncer solo porque la persona tenga menos de 50 años. Las personas mayores siguen teniendo más probabilidades de desarrollar cáncer que los jóvenes, pero estamos viendo que este sector desarrolla esta enfermedad a una tasa mucho mayor”, comentó David Liska, director de cirugía colorrectal en la Clínica Cleveland, en entrevista con Newsweek.
Liska explicó que los primeros signos de cáncer dependen de la enfermedad específica. Por lo general, solo los signos de cánceres más avanzados, como pérdida de peso inexplicable y fatiga inexplicable, son los más obvios.
LOS ANTECEDENTES FAMILIARES PUEDEN AYUDAR A ANTICIPAR EL CÁNCER EN JÓVENES
Otros ejemplos de signos más pronunciados incluyen una tos persistente para el cáncer de pulmón, un bulto o decoloración en el pecho para el cáncer de mama o heces con sangre para el cáncer colorrectal.
“Algo que la gente debería tener en cuenta en relación con cualquier tipo de cáncer es que si se presenta un síntoma nuevo o algo nuevo en el cuerpo que se haya notado y que no existía antes, siempre es una buena idea comentarlo con el médico y analizar si es necesario realizar más estudios. Nunca hay que sentirse avergonzado de comentar un síntoma nuevo o un hallazgo nuevo con el médico”, afirmó.
Cuando un joven presenta un síntoma potencialmente relacionado con el cáncer, preció Liska, es muy común que este sea descartado tanto por el paciente como por el proveedor de atención médica.
El especialista, quien también se desempeña como director del Centro DeBartolo para el Cáncer Colorrectal de Aparición Temprana de la Clínica Cleveland, dijo que comprender los antecedentes familiares y la genética puede ayudar a anticipar el cáncer en personas más jóvenes.
“Muchas veces, se puede observar un árbol genealógico en el que muchos miembros de la familia han tenido cáncer en una edad temprana. En esos casos, es fundamental conocer los antecedentes familiares y hablar de ellos con el profesional de salud, pues en esos casos, muchas veces se indicarán pruebas genéticas”, indicó.
NO TODO EL PANORAMA ES NEGATIVO
En palabras de David Liska, 30 por ciento de los pacientes con cáncer colorrectal tienen antecedentes familiares de la enfermedad, y es aún más importante si se trata de un familiar de primer grado o de varios de segundo grado.
De acuerdo con el médico, si se descubre que un paciente tiene una mutación genética que aumenta significativamente el riesgo de cáncer, como los genes BRCA o el síndrome de Lynch, se puede hacer más para la prevención, incluida la detección temprana o la cirugía.
“El cáncer más común en las mujeres es el cáncer de mama, seguido por el cáncer de pulmón y luego el colorrectal, y en los hombres, primero es el cáncer de próstata, luego el de pulmón y luego el colorrectal. Por tanto, si tiene un familiar al que le diagnosticaron cáncer colorrectal a los 45 años, el primer examen de detección debe realizarse a los 35 años. Para el cáncer de mama, recomendamos mamografías a partir de los 40 años”, precisó.
A pesar de la preocupante realidad del cáncer, no todo el panorama es negativo. Liska afirmó que se han producido muchos “avances revolucionarios” que están marcando una enorme diferencia en los distintos tipos de cáncer. Entre ellos se incluyen pruebas genéticas más avanzadas, la vacuna contra el VPH para prevenir el cáncer de cuello uterino y mejoras en los tratamientos quimioterapéuticos, de radiación y quirúrgicos
En ese sentido, señaló que los jóvenes deben tener en cuenta que los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer pueden afectarles de manera diferente que a los pacientes mayores.
Para los jóvenes que se someten a tratamientos contra el cáncer, Liska dijo que hay más medidas para garantizar la protección de la fertilidad y la salud sexual, que incluyen la conservación de óvulos y espermatozoides.
“Esto es obviamente más importante en personas jóvenes, que todavía están en la etapa de la vida en la que están formando una familia. Y muchos de los tratamientos para el cáncer, incluida la quimioterapia o la radioterapia, pueden afectar la fertilidad. Por eso, es de vital importancia, antes de comenzar el tratamiento contra el cáncer, analizar si el paciente está interesado en preservar su fertilidad”, resaltó para Newsweek.
CONTRA EL CÁNCER: UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE EN LOS JÓVENES
En general, no hay una explicación clara de por qué ciertas personas desarrollan determinados tipos de cáncer. Además de la genética, factores como el tabaquismo y la obesidad también pueden contribuir a la aparición de enfermedades.
“Sin embargo, también sabemos que no es así, porque veo en mi clínica a muchos pacientes jóvenes que están muy sanos, son deportistas, se alimentan de forma saludable y, sin embargo, desarrollan cáncer colorrectal. Por eso es más difícil atribuir algunos de estos cánceres a un factor de riesgo ambiental específico”, dilucidó.
Además de brindar diagnóstico, tratamiento, preservación de la fertilidad y asistencia psicológica y de bienestar a pacientes diagnosticados con cáncer colorrectal antes de los 50 años, el Centro DeBartolo para el Cáncer Colorrectal de Inicio Temprano también realiza investigaciones.
“La Clínica Cleveland y otros centros están realizando muchas investigaciones para comprender cuáles pueden ser estos factores de riesgo y cómo podrían afectar el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal de aparición temprana u otros tipos de cáncer”, informó.
Finalmente recomendó centrarse en tomar decisiones saludables para disminuir la probabilidad de desarrollar una enfermedad grave. “Si alguien se centra en llevar un estilo de vida saludable, que incluye no fumar, minimizar el consumo de alcohol y tener una dieta generalmente sana y ser físicamente activo, todos esos factores pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer”, aclaró. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)