El uso de armas explosivas afectó a unos 75 países y territorios, lo que equivale a un tercio del planeta. El nivel de estragos fue “sin precedentes” en la población y en infraestructuras civiles, según un informe anual de Handicap International publicado este lunes 22 de abril. Los civiles representaron 90 por ciento de las víctimas de las armas explosivas usadas en las ciudades.
El Explosive Weapons Monitor 2023 es el segundo informe mundial sobre el bombardeo de pueblos y ciudades. El documento señala que el porcentaje de civiles asesinados aumentó 122 por ciento respecto a 2022. El texto señala también un fuerte aumento de ataques contra infraestructuras sanitarias, educativas o de ayuda humanitaria.
Los ataques aéreos serían responsables de 67 por ciento de las muertes de civiles. En las ciudades, 90 por ciento de los heridos por los ataques aéreos eran civiles.
Al supervisar las tendencias de aumento, el Monitor de Armas Explosivas 2023 atribuye en gran medida este aumento al uso de armas explosivas en Palestina. Las muertes civiles también aumentaron en otros países y territorios en 2023, incluidos Sudán, Myanmar, Siria y Pakistán. También se produjeron muertes civiles en Ucrania, Etiopía, Afganistán, Yemen e Irak.
Se emplearon armas explosivas en 763 asaltos a instalaciones de salud en 20 países y territorios en 2023. Se utilizaron en al menos 296 ataques dirigidos a instituciones educativas que abarcan 21 países y territorios. El Monitor de Armas Explosivas también informa de al menos 470 ataques dirigidos a esfuerzos de ayuda humanitaria en 11 países y territorios.
ARMAS EXPLOSIVAS EN TODO EL MUNDO
La publicación se produce seis meses después de la escalada de las hostilidades en Gaza y dos años después de la actual guerra en Ucrania, donde en ambos casos se utilizan sistemáticamente armas explosivas en zonas pobladas.
En noviembre de 2022, 83 Estados aprobaron un acuerdo internacional en Dublín para poner fin al daño y el sufrimiento causados a los civiles por estas prácticas. Hoy en día, 86 Estados se han unido al acuerdo conocido oficialmente como una “Declaración Política sobre el Fortalecimiento de la Protección de los Civiles contra las Consecuencias Humanitarias derivadas del uso de Armas Explosivas en Áreas Pobladas”.
Es muy común que las personas heridas por explosiones no puedan acceder a la atención médica adecuada debido a los intensos bombardeos que destruyen la infraestructura vital, como los hospitales, y obligan a las personas a huir. En las zonas de guerra, especialmente cuando las armas explosivas se utilizan ampliamente, la prevalencia de deficiencias en la población aumenta. En Siria, Yemen, Ucrania y Gaza, generaciones enteras han sido mutiladas por la violencia explosiva, indica el informe.
Los bombardeos causan un patrón de daño a los civiles que las organizaciones han observado sistemáticamente en los conflictos armados, y esto se ha exacerbado en Gaza densamente poblada: matan y lesionan a civiles.
Causan lesiones complejas que son difíciles de cuidar y a menudo resultan en impedimentos. Destruyen la infraestructura civil esencial, como hospitales, escuelas y casas. Causan un desplazamiento masivo de poblaciones que intentan protegerse de los bombardeos y bombardeos. Dejan una fuerte contaminación por artefactos explosivos, lo que impide que la población regrese una vez que la lucha ha terminado y hace que la limpieza sea compleja y requiera mucho tiempo. N