La nueva calculadora de enfermedades cardiacas, nombrada QR4, predice con mayor precisión este tipo de afecciones y accidentes cerebrovasculares e identifica en particular a los pacientes de alto riesgo que las herramientas de predicción actuales no cumplen.
De acuerdo con la investigación colaborativa, dirigida por la Universidad de Oxford y publicada este jueves 18 de abril en Nature Medicine, QR4 incluye siete nuevos factores de riesgo aplicables a todos los adultos: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), discapacidades de aprendizaje, síndrome de Down y cuatro tipos de cáncer (sangre, pulmón, oral y cerebro), destacando cómo otras enfermedades significativas impactan en la salud cardiaca.
QR4 también identificó factores específicos para la salud de la mujer que eran predictivos del riesgo futuro de enfermedades cardiacas, como las complicaciones de la presión arterial alta durante el embarazo y la depresión postnatal.
“Si bien los factores de riesgo cardiovascular tradicionales, como el tabaquismo y el colesterol alto, son bien reconocidos, nuestra última investigación identifica indicadores de riesgo menos obvios, pero cruciales”, dijo la profesora Julia Hippisley-Cox, autora principal.
LA CALCULADORA DE ENFERMEDADES CARDIACAS SUPERA A OTRAS DE SU MISMO TIPO
“Por ejemplo, afecciones como la depresión postnatal y el síndrome de Down contribuyen significativamente al riesgo cardiovascular, subrayando la compleja interacción entre la salud mental, los factores genéticos y la salud del corazón. QR4 también ayuda a abordar las desigualdades en la salud, particularmente en torno a las discapacidades de aprendizaje, que a menudo coinciden con las barreras para una gestión y un acceso efectivos de la salud, lo que conduce a un mayor riesgo”.
Añadió: “Creemos que estos hallazgos son importantes tanto para los pacientes como para los responsables políticos”, dijo la profesora Hippisley-Cox. “Indican que más grupos de personas tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiacas y circulatorias de lo que se reconocía anteriormente. Estas personas podrían y deberían beneficiarse ahora de tratamientos y otras medidas preventivas para reducir su riesgo”.
Como parte de una evaluación exhaustiva, el algoritmo QR4 se probó rigurosamente con algunas de las herramientas de evaluación del riesgo cardiovascular más establecidas que se utilizan actualmente tanto en los Estados Unidos como en Europa. Superó a las calculadoras de riesgo de enfermedades cardiacas más utilizadas, incluido QRISK3 recomendado por el Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) en el Reino Unido, identificando con precisión a los pacientes de alto riesgo.
Este nuevo algoritmo se basa en casi dos décadas de trabajo y liderazgo global en el campo de los algoritmos de riesgo, y los algoritmos de riesgo cardiovascular en particular. El predecesor de QR4, QRISK, se utiliza ampliamente en el Servicio Nacional de Salud (NHS) para evaluar a más de 5 millones de pacientes al año, a menudo como parte de los controles de salud del NHS. N