El consumo de alcohol, cannabis y nicotina se asocia con pensamientos suicidas, así como con síntomas de depresión, ansiedad, experiencias psicóticas y síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad, indica un nuevo estudio realizado por investigadores del Hospital General de Massachusetts.
El estudio, que se publica en JAMA Pediatrics, incluyó los resultados de la encuesta 2022-2023, hecha a más de 15,000 estudiantes de secundaria en todo Massachusetts.
“Buscamos determinar si el consumo de sustancias se asociaba de forma dependiente de la dosis con varios síntomas psiquiátricos en una gran muestra de estudiantes de secundaria, y si estas asociaciones diferían dependiendo del tipo de sustancia utilizada”, dijo el autor principal Randi M. Schuster.
5 VECES MÁS FRECUENTES LOS PENSAMIENTOS SUICIDAS POR CONSUMO DE CANNABIS
Schuster y sus colegas señalaron que los pensamientos de suicidio fueron aproximadamente cinco veces más frecuentes entre los estudiantes de secundaria que usaban sustancias a diario o casi a diario en comparación con aquellos que no lo hicieron.
Se detectaron aumentos en los síntomas psiquiátricos incluso entre los adolescentes con niveles relativamente bajos de uso. Los hallazgos de los investigadores se replicaron cuando examinaron las respuestas de una encuesta nacional realizada en 2021.
“Los resultados de nuestro estudio destacan la prevalencia de comorbilidades psiquiátricas entre los jóvenes que consumen sustancias, y dan un fuerte apoyo a la noción de que los esfuerzos de detección, prevención, intervención y políticas deben abordar de manera integral los objetivos más allá del uso de sustancias por sí solo”, indicó el coautor Brenden Tervo-Clemmens.
MULTIFACÉTICAS NECESIDADES DE SALUD MENTAL
“Además, es posible que estos esfuerzos no necesariamente necesiten ser específicos de una sustancia determinada, sino que reflejen las multifacéticas necesidades de salud mental de todos los adolescentes que consumen sustancias”.
Schuster está dirigiendo actualmente un estudio que encuestará a los estudiantes individuales a lo largo del tiempo para proporcionar información adicional sobre la relación y el momento del consumo de sustancias y los síntomas psiquiátricos, lo que podría ayudar a los investigadores a desarrollar intervenciones para salvaguardar mejor la salud mental de los adolescentes.
Sobre el tema, la Clínica Mayo indica: “Los adolescentes que experimentan con drogas y otras sustancias adictivas ponen en peligro su salud y su seguridad. El cerebro de los adolescentes es especialmente vulnerable a presentar cambios debidos a las sustancias adictivas que sobrecargan los circuitos de recompensa”.
Los adolescentes pueden ser más propensos a probar sustancias adictivas por primera vez cuando se encuentran en entornos sociales, indica la clínica. N
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