¿Qué es lo primero que se nos vienen a la mente cuando pensamos en las oportunidades de la inteligencia artificial (IA)? Lo más probable es ChatGPT, dada la popularidad que cobró recientemente. Sin embargo, hoy en día esta tecnología ha demostrado ser una herramienta versátil con beneficios significativos para todos los sectores, desde la medicina hasta la educación.
Uno de sus usos más comunes son los chatbots o asistentes virtuales. Estos sirven de guía a los clientes para navegar en un sitio web complejo, entablar conversaciones en tiempo real y ahorrar largas llamadas de soporte técnico.
Con el tiempo, se han vuelto más inteligentes y han mejorado significativamente la experiencia del usuario, lo que se traduce en clientes más felices y empleados más enfocados.
Por otro lado, podemos encontrarnos con una aerolínea que con la IA censa las condiciones climáticas, las condiciones de vuelo, el peso de todo el avión para determinar el consumo de combustible y la aceleración que va a tener. Parecieran datos imperceptibles para una persona, pero esto ayuda a optimizar los costos de los clientes y a disminuir la huella de carbono, causando un gran impacto en los beneficios que podemos tener como usuarios, en las operaciones de los negocios y en la sociedad en general.
Son dos casos muy diferentes, pero ambos ponen de manifiesto que la inteligencia artificial debe tomarse como un motor de cambio, y si lo aplicamos a nivel región podría crear un impacto brutal de oportunidades. De acuerdo con el estudio “La inteligencia artificial en América Latina”, 60 por ciento de las empresas latinoamericanas incorporaron la IA en los últimos tres años, dando pie a una revolución en sus aplicaciones.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL REVOLUCIONA LAS APLICACIONES Y LAS OPORTUNIDADES
A pesar de su gran potencial y popularidad, la adopción de la IA no está exenta de desafíos y riesgos. Considero que entre sus principales barreras están la falta de talento especializado y el cumplimiento de la normativa. Sin capital humano capacitado o normas establecidas, la implementación de programas que incorporen esta herramienta será más lento, así como lento será lograr el impacto esperado en los clientes y sociedad.
Aunque uno de los hallazgos del estudio es que 67 por ciento de las empresas que están implementando la IA colaboran con universidades para la formación y contratación de talento en este campo, desde el sector digital se pueden impulsar alianzas con instituciones educativas para alinear los planes de estudio a los retos tecnológicos actuales para incorporarlos a las plantillas ya con conocimiento y experiencia.
Esta tecnología continúa su avance y se está reconociendo que su impacto va más allá de la eficiencia y la conveniencia. Sucede igual que cuando comenzábamos a usar internet; no había reglas, no había políticas, no había cookies. Ahora se ha ido regulando y la IA evolucionará en el mismo sentido.
Estamos frente a una gran oportunidad de aprender más y ser los mejores en esta tecnología que está dando forma a nuestra realidad. Podemos aprovechar al máximo sus beneficios y abordar sus desafíos para construir un futuro más prometedor; sin embargo, la clave está en mantener un equilibrio entre la innovación y la responsabilidad, garantizando que la IA sea un aliado confiable en nuestro viaje hacia la transformación. N
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Juan Carlos Montero Vilchis es jefe de Tecnología Digital en NTT Data México. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.