En México, 3.6 millones de personas adultas padecen depresión, de acuerdo con la Secretaría de Salud; sin embargo, durante la Navidad es común reflexionar sobre los logros anuales y, en ocasiones, confrontar el desencanto ante el incumplimiento de las expectativas personales, lo cual puede generar sentimientos de melancolía, soledad e incertidumbre. A este estado anímico negativo se le conoce como “depresión blanca” o “blues navidad”.
Aunque las estadísticas no señalan a diciembre como el mes con el mayor número de personas afectadas por depresión, diversos factores estresantes pueden incidir en el estado de ánimo durante este periodo. Estos están relacionados con las presiones y expectativas sociales de “estar bien”, “compartir momentos con familiares y amigos” o “haber logrado cumplir nuestros 12 deseos”, indica la organización de salud mental ONDHAS.
LA DEPRESIÓN BLANCA ES CADA VEZ MÁS COMÚN EN NAVIDAD
En la actualidad, la depresión blanca o depresión navideña es cada vez más común y se ve inundada por la nostalgia y la frustración ante el incumplimiento de las expectativas, que puede llevar a un sentimiento de decepción.
Sin embargo “es fundamental e importante hablarlo, pues regularmente no cumplir lo que nos proponemos radica en factores externos que están fuera de nuestro control”, señala la organización. Aldo Reyes, director de Ondhas, explica: “Identificar y expresar nuestras emociones permitirá liberar y aclarar nuestra mente. Reconocer que no todo el año fue malo ayudará a enfocarnos no solo en lo negativo, sino observar lo que sí se logró”.
Además, añade, “no se debe saturar la agenda de compromisos sociales o familiares, se debe identificar las redes de apoyo, lo que permitirá que nos sintamos acompañados y recordar que no se está en soledad. Por otro lado, identificar claramente las emociones ayudará a saber decir que no a eventos o situaciones que puedan llegar a ser incómodos o desagradables”.
ESTRÉS Y DESGASTE, DE DESMOTIVACIÓN
El experto recomienda acercarse a un profesional de la salud mental para recibir orientación y herramientas adicionales para navegar el cierre del año. Además de garantizar que las expectativas sean realistas y alcanzables, al mismo tiempo que se cuenta con respaldo en momentos de insatisfacción o frustración.
Patricia Bermúdez Lozano, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, indica a la revista de esta misma universidad que “las percepciones psicológica, familiar, social y económica son factores que influyen en la “depresión blanca”.
Comenta al respecto: “Para algunos es una época de mucho estrés y desgaste, de desmotivación por no tener una estabilidad económica o de desestabilización psicológica por problemas no resueltos en su vida personal, como no haber cumplido metas por diferentes razones, o por estar en duelo por la pérdida de seres queridos”.
Agrega que la depresión navideña “puede estar predispuesta genéticamente en aquellas personas que han tenido familiares que padecen de una depresión severa”. N