Un jurado en Estados Unidos halló este jueves 9 de noviembre responsable a la casa productora de Robert De Niro de discriminación por género a una exempleada, quien afirmó que fue forzada a realizar trabajos “estereotípicamente femeninos” para el actor.
Canal Productions deberá pagar 1.3 millones de dólares a Graham Chase Robinson, quien dijo que el actor le ordenó lavar sábanas, aspirar su apartamento y organizar eventos incluso después de ser promovida a un alto cargo dentro de la compañía. A su vez, la mujer lo acusó de contacto físico no deseado y de hacer comentarios de índole sexual.
ROBERT DE NIRO NIEGA DISCRIMINACIÓN
La compensación por daños también cubrió el reclamo de Robinson por represalias, pues dijo que De Niro se negó a escribir una carta de recomendación o a pagar indemnización.
El jurado desestimó la demanda original que presentó Canal Productions contra Robinson. En ella acusó a la mujer de usar la tarjeta corporativa para gastos personales, de reclamar millones de millas aéreas y de pasar “horas viendo Netflix” en horario de oficina.
David Sanford, abogado de Robinson, dijo en un comunicado: “Estamos encantados de que el jurado haya visto lo que vimos y haya emitido un veredicto a favor de Chase Robinson y contra la empresa de Robert De Niro, Canal Productions. Robinson no solo ganó su caso contra Canal, sino que el jurado replicó por completo a Robinson al encontrar que las reclamaciones de De Niro en su contra no tienen fundamento”.
De Niro, quien no asistió a la audiencia de este jueves, no fue hallado responsable de manera individual. A comienzo del juicio que duró dos semanas, el actor calificó los reclamos de Robinson como “absurdos”.
DE NIRO PIDIÓ QUE LA EXEMPLEADA LE RASCARA LA ESPALDA
El juicio se centró en el periodo 2008 a 2019, cuando Robinson ostentó distintos puestos, desde asistente ejecutivo hasta vicepresidente de producción y finanzas, para después dejar la empresa.
Cuando se le preguntó a Robert de Niro si había discriminado a Robinson al asignarle ciertas tareas, como rascarse la espalda, el actor se dirigió directamente a la exempleada: “¡Qué vergüenza, Chase Robinson!” dijo.
El drama legal atrajo a Tiffany Chen, la novia de De Niro, cuando se le dijo a Robinson que decorara su casa. Las dos mujeres comenzaron a intercambiar textos y correos electrónicos relacionados con varios aspectos de la residencia.
Cuando conoció a Robinson por primera vez, Chen testificó que pensaba que “hay algo mal con ella, muy mal con ella”. Robinson dijo que le pidió “no la mirara a la cara y que no moviera los muebles o podará sus árboles sin pedir permiso”. Chen añadió: “Todo parecía muy celoso y territorial”. N
(Con información de AFP y Hollywood Reporter)