Ante la intensificación de la desinformación y los discursos de odio en redes sociales, la Unesco anunció este lunes 6 de noviembre la publicación de un plan de acción para regular las plataformas digitales destinado tanto a Estados como al sector privado.
Audrey Azoulay, directora general de Unesco dijo que la intensificación de la desinformación y el discurso de odio en línea, constituyen “una gran amenaza para la estabilidad y la cohesión social”. El plan de acción es el resultado de un proceso de consulta a una escala sin precedentes dentro del sistema de las Naciones Unidas, con más de 10,000 contribuciones de 134 países recaudadas en los últimos dieciocho meses.
LAS MEDIDAS Y PRINCIPIOS DE UNESCO CONTRA DESINFORMACIÓN EN REDES SOCIALES
A lo largo de cuarenta páginas, describe los principios que deben ser respetados, así como las medidas concretas que deben ser implementadas por todas las partes interesadas: los gobiernos, las autoridades reguladoras, la sociedad civil y las propias plataformas.
Los representantes de los reguladores independientes ya han dado la bienvenida a la iniciativa de la Unesco, y varios de ellos, especialmente en África y América Latina, han indicado que están listos para comenzar a implementar estas medidas. Con este fin, la Unesco organizará la primera Conferencia Mundial de Reguladores a mediados de 2024.
La Organización también apoyará a sus Estados miembros en la transposición de este plan de acción a sus propias leyes y reglamentos. Con este fin, está movilizando fondos dedicados, incluido 1 millón de euros ya prometidos por la Comisión Europea. Las medidas del plan están organizadas en torno a siete principios que deben respetarse para que: el impacto en los derechos humanos se convierta en la brújula para toda la toma de decisiones, en cada etapa y por todas las partes interesadas, indica Unesco.
Además, los reguladores públicos independientes están establecidos en todo el mundo, con funciones claramente definidas y recursos suficientes para llevar a cabo su misión. Estos reguladores independientes trabajan en estrecha coordinación como parte de una red más amplia, para evitar que las empresas digitales se aprovechen de las disparidades entre las regulaciones nacionales.
EL PLAN DE UNESCO ES MODERAR LOS CONTENIDOS EN REDES SOCIALES
La moderación de contenido es factible y efectiva a escala, en todas las regiones y en todos los idiomas. La rendición de cuentas y la transparencia se establecen en los algoritmos de estas plataformas, que con demasiada frecuencia están orientados a maximizar el compromiso a costa de la información confiable.
A su vez, las plataformas tomarán más iniciativa para educar y capacitar a los usuarios para que piensen críticamente. “Los reguladores y las plataformas toman medidas más fuertes durante momentos particularmente sensibles, como las elecciones y las crisis”, indica Unesco.
“Nuestro trabajo se ha guiado por un requisito central: la protección en todo momento de la libertad de expresión y de todos los demás derechos humanos. Restringir o limitar el habla sería una solución terrible. Tener medios de comunicación y herramientas de información que sean independientes, cualitativos y gratuitos, es la mejor respuesta a largo plazo a la desinformación”, subrayó la directora general.
MAYOR TRANSPARENCIA
En particular, las plataformas deben tener equipos de moderadores calificados, en número suficiente y que hablen todos los idiomas principales de sus redes sociales, para que puedan llevar a cabo un control confiable y efectivo del contenido que se publica en línea. “Deben garantizar la transparencia del proceso de moderación, incluso cuando se automatiza a través de algoritmos. También deben facilitar su uso, en todos los idiomas principales del país en el que operan, e informar sobre las quejas de los usuarios”.
Las secciones de esta estrategia también están dedicadas a las medidas necesarias para garantizar la integridad electoral, en particular a través de evaluaciones de riesgos electorales, un claro desaceleramiento de contenido y una mayor transparencia de la publicidad política y su orientación, y para responder a situaciones de emergencia, como conflictos armados y desastres. N