¨Porque soy moreno de pelo ondulado¨
CARLOS CANTO JORGE
Yucateco universal
Las letras del epígrafe las cantaba a todo pulmón, el yucateco que más he querido en mi vida, él me enseñó a amar a su tierra, antes de conocerla. Fui su “chaperon”, con menos de 5 años cuando “noviaba”, con mi querida tía Gloria, la hermana de mi santa Madre, de esto ya pasaron más de 55 primaveras, y mi inolvidable tío Carlos, fue llamado dolorosamente al lado de mi Dios Padre, hace tan poco, que todavía duele y saca alguna lágrima.
Sin embargo constantemente me acuerdo de él, sobre todo cuando intento cantar como él las melodías que nos dejó hasta la posteridad grabadas en el corazón, pero especialmente cuando asisto a una corrida de toros, él me enveneno de la fiesta más hermosa de todas las fiestas desde que era un chaval y me dio las primeras lecciones taurinas. Por otra parte, los ancestros de mis amados hijos también provenían de la Península Yucateca, de esto ya transcurrió más de medio siglo, pero el sabor que aprendieron los tres desde la cuna, lo adoptaron excelentemente bien, porque saben preparar la mejor “cochinita pibil” del mundo, a la antigua, con hoja de plátano, como se hacía originalmente, salieron muy buenos cocineros, preciso que el que teclea me sale malo hasta el café, es muy cierto.
Fue hasta principios de siglo que puse un pie en esas cálidas tierras, realmente fue muy curioso, porque quien me invitó, mi entrañable amigo Arturo Castro Duarte es un tijuanense avecindado en la zona desde hace más de tres décadas y parece más local que muchos nativos. Una noche coincidimos en la hoy CDMX, entonces, como dice mi amada GEMY, Distrito Federal, en el lobby de un afamado hotel en pleno Reforma y generoso como es, lanzó la invitación verbal para visitarlo lo más pronto posible y mostrarnos la región, recién estrenaba un cargo de alto nivel en el gabinete municipal del municipio de Solidaridad, mejor conocido como PLAYA DEL CARMEN.
La esplendidez de Arturo no tiene límites, menos de una semana después llegaron los boletos de avión y la reserva en el mejor hotel, por lo que tuvimos que sacrificarnos tomando maravillados la atenta convocatoria. Francamente no imagine que esas instalaciones estuvieran afincadas en nuestra bendita tierra: qué playas, las arenas, las edificaciones, la comida, la amabilidad desbordada de los peninsulares atentos invariablemente a cualquier detalle, el acento tan particular y no me refiero solo al verbal, resalto más en la dignidad de servir con gallardía y elegancia.
Sumando a los antecedentes familiares y amistosos ya mencionados, hoy que tengo cientos de amigos en la península desde la primera visita hace 22 años, quiero compartirles queridas amigas, apreciados amigos, admirados lectores, algunos lazos adicionales con ese pedacito de patria.
La tía “Carmita” de Capetillo, que se convirtió en tía de toda nuestra familia, era una yucateca de pura cepa y la razón por la que su sobrino carnal mi tío Carlos vino a Tijuana y se prendó a primera vista de mi tía Gloria, era y lo sigue siendo una mujer muy hermosa, pero con un genio de los mil demonios, que afortunadamente mantiene, supongo que fue lo que más amó mi tío de ella, que por otra parte, ella se derritió por sus ojazos verdes turquesa, era tan coqueto, como galán, y por supuesto más Yucateco que las ruinas.
Por otra parte, vaya coincidencia, nuestros vecinos de toda la vida, la muy querida Familia Quijano Sosa, tenía como progenitores a don Óscar y doña María Teresa, que no podrían haber sido más Yucatecos, en fin por cercanías – como dicen los españoles – no paramos. No voy aburrirlos con información que pueden leer en cualquier espacio de las redes, distinguidos paisanos, solo quiero compartir un par de anécdotas y mis deseos esperanzadores para esa parte que tanto, tantos amamos de nuestro maravilloso País, ahí les va como corolario.
Cancun nació prácticamente como polo de desarrollo a principios de los setentas, del siglo pasado, con un máximo posible de 20 mil habitaciones, hoy tiene más de 40 mil, pero no es ni por mucho lo más grande en cuanto unidades turísticas.
Por otro parte Solidaridad se ideó como una pequeña ciudad para que los trabajadores, empleados, el área que da vida y sustento, tuvieran un espacio acorde, cercano para vivir dignamente, cuando su servidor llegó la primera vez, tenía menos de 30 mil habitantes, y apenas unos mil cuartos distribuidos en 10 o 12 hoteles, muy bellos con servicio de todo incluido, me llamó mucho la atención que junto con TIJUANA, eran los dos municipios de mayor crecimiento poblacional, superando en dos dígitos la taza de nacimientos, cuando la media nacional es menor al 3%, dato increíble porque en este momento Solidaridad, como ya apunté líneas arriba conocida como Playa del Carmen, nombre que adoptó de un precioso fraccionamiento, tiene la friolera de más de 50 mil cuartos de hotel y contando, esto sin hablar -ya lo haremos en la siguiente entrega – de los vecinos Tulum, Puerto Morelos, Cozumel, Holbox, Chetumal y espacios intermedios.
Para terminar porque ya me alargue y me jalara las orejas mi querido editor, concluyo diciendo que en este cuarto de siglo he tenido el monumental privilegio de volver a esa maravillosa tierra un promedio de 6 veces por año, como mínimo, más por razones laborales que de esparcimiento, que desde cualquier óptica es una parte del planeta que te abraza incandescente hasta la posteridad.
Gracias eternas por leernos. N