Un mono se mantuvo con vida durante más de dos años gracias al trasplante de un riñón, modificado genéticamente, de un cerdo miniatura. Este periodo de supervivencia es uno de los tiempos más largos para un trasplante de órgano entre especies, según un nuevo estudio de la revista científica Nature.
De acuerdo con el artículo, esta hazaña acerca más a los médicos en su objetivo de aliviar la escasez de órganos humanos que salvan vidas, mediante el uso de órganos animales; una práctica conocida como xenotrasplante.
El trabajo sobre el cerdo modificado describe una serie de ediciones del genoma para evitar que el sistema inmunológico del receptor ataque los nuevos órganos y que también neutralizan virus antiguos que acechan en los órganos del donante.
“Esta es una prueba de principio en primates no humanos para decir que nuestro órgano [diseñado genéticamente] es seguro y sustenta la vida”, dice Wenning Qin, biólogo molecular de la empresa de biotecnología eGenesis en Cambridge y coautor del estudio.
Ahora los científicos apuntan que será importante investigar por qué hubo una variación considerable en el éxito de los xenotrasplantes recientemente descritos y qué tan factible será producir cerdos en masa con una edición tan extensa.
En los últimos años, los investigadores han trasplantado corazones de cerdo a dos personas vivas. Por lo anterior, demostraron que “los corazones de cerdo y riñones pueden funcionar en personas declaradas legalmente muertas”.
CERDO MODIFICADO GENÉTICAMENTE Y LA TECNOLOGÍA DE EDICIÓN
Solo en Estados Unidos, más de 100,000 individuos están esperando un trasplante de órgano y alrededor de 17 de ellas, mueren cada día. En México, según registros del Centro Nacional de Trasplantes, hay 19,643 receptores en espera de uno.
La investigación sobre xenotrasplantes se centra principalmente en los cerdos (Sus domesticus), en parte porque sus órganos son de un tamaño y una anatomía comparables a los humanos. Sin embargo, el sistema inmunológico de los humanos y otros primates reacciona a tres moléculas en la superficie de las células de los cerdos, lo que hace que rechacen los órganos porcinos inalterados.
Por esta razón, la comunidad científica empezó a utilizar la tecnología de edición del genoma a CRISPR-Cas9 para desactivar los genes que codifican las enzimas que producen esas moléculas. Para lograr la hazaña del mono, Wenning Qin y sus colegas editaron 69 genes, que es la edición más extensa realizada en cerdos vivos para xenotrasplantes.
“Las últimas siete ediciones son adiciones de genes humanos que ayudan a mantener sano el órgano trasplantado. Dos genes, por ejemplo, codifican proteínas que previenen la coagulación sanguínea innecesaria”, refiere el estudio publicado este miércoles 11 de octubre.
“EL SALTO A LOS HUMANOS NO SERÁ PEQUEÑO”
En ese sentido, los expertos crearon cerdos con estas modificaciones genéticas y trasplantaron un riñón de cerdo a más de 20 macacos cynomolgus (Macaca fascicularis), que también recibieron un cóctel de fármacos inmunosupresores.
Ninguno de los monos que recibieron riñones sin los siete genes humanos sobrevivió más de 50 días. En comparación, nueve de los 15 monos que recibieron riñones con genes humanos siguieron con vida.
Cinco de esos animales vivieron más de un año y uno de los cinco vivió más de dos. Aunque los tiempos de supervivencia de hasta dos años son excepcionales, Qin reconoce que los tiempos fueron más variados de lo que esperaba el equipo.
“Aun así, el salto a los humanos no será pequeño. Los humanos pesan mucho más y tienen una presión arterial más alta que estos monos, y se desconoce si los órganos de los cerdos resistirán ese entorno”, agrega Jayme Locke, cirujano de trasplantes de la Universidad de Alabama en Birmingham. N