La ciencia ha dejado en claro que las enfermedades en ocasiones pueden saltar de una especie a otra, incluso de otras especies a humanos, pero un grupo de científicos descubrió recientemente por qué las afecciones de los murciélagos son más mortales para los humanos que cualquier otro padecimiento de origen animal.
Los investigadores hallaron que la razón por la que las enfermedades de los murciélagos son tan mortales se debe, en gran medida, a que estos mamíferos han evolucionado en su forma de volar, según sentenciaron en un nuevo estudio publicado en la revista científica PLOS Biology.
“Los virus derivados de murciélagos huéspedes dan como resultado tasas de letalidad más altas después de su contagio a humanos que los virus zoonóticos derivados de cualquier otro mamífero o ave huésped. Estos incluyen los filovirus del Ébola y Marburg, los henipavirus Hendra y Nipah, y los coronavirus SARS y MERS”, dijo a Newsweek Cara Brook, profesora asistente de ecología y evolución en la Universidad de Chicago y autora principal del artículo.
El texto científico revela que las razones se deben a la tolerancia innata de los murciélagos a la inflamación, que evolucionó junto con su capacidad de volar.
CARACTERÍSTICAS CLAVE DE VIDA DE LOS MURCIÉLAGOS
“Utilizamos un modelo matemático, respaldado por datos empíricos, para proporcionar un mecanismo para analizar este patrón. Esencialmente, con este modelo demostramos cómo se puede esperar que un virus optimice su tasa de crecimiento dentro del huésped equilibrando las ganancias en la transmisión, que son el resultado de altas tasas de crecimiento del virus frente a una virulencia elevada (enfermedad que sufre el huésped) en la que incurren estas tasas de crecimiento”, explicó Brook.
“Demostramos matemáticamente cómo algunas características clave de la fisiología y la historia de vida de los murciélagos, que se cree surgieron a partir de la evolución del vuelo —principalmente la tolerancia a la inmunopatología/inflamación y sistemas inmunes constitutivos robustos—, deberían seleccionar virus de alta tasa de crecimiento que puedan lograr ganancias en la transmisión sin causar virulencia extrema a los murciélagos huéspedes”.
Por lo tanto, debido a la resistencia de los murciélagos a la inflamación, también son tolerantes a las respuestas inmunes de sus cuerpos cuando son infectados por virus más virulentos y con tasas de crecimiento más rápidas.
Los investigadores utilizaron su modelo para asemejar un “salto entre especies” del virus. En otras palabras, infectaron con virus optimizados para murciélagos un sistema inmunológico humano hipotético, y demostraron cuánto más letales podrían ser en comparación con los virus de otros mamíferos.
¿LAS ENFERMEDADES DE LOS MURCIÉLAGOS ACABARÁN CON LA ESPECIE HUMANA?
“Luego permitimos que estos virus demuestren cómo las altas tasas de crecimiento de virus optimizados en un reservorio animal podrían resultar en una patología significativa en un sistema inmunológico diferente (por ejemplo, el humano)”, explicó Brook.
“El estudio no se limita solo a los murciélagos: utilizamos rasgos de la historia de vida de 19 órdenes diferentes de mamíferos para ‘predecir’ las tasas óptimas de crecimiento del virus, y la virulencia zoonótica resultante del contagio a los humanos de un virus evolucionado en estos diversos huéspedes”.
Sin embargo, estos hallazgos no significan necesariamente que un virus de murciélago acabará con la especie humana algún día: “Con respecto a los peligros que plantean los virus de murciélagos, es importante recordar que la transmisión y la virulencia se compensan, por lo que los virus que causan las tasas de letalidad más altas probablemente no resulten en el mayor número de infecciones humanas ni, por lo tanto, en la mayor tasa de mortalidad humana”.
La razón es que los virus necesitan encontrar un equilibrio entre mantener vivo a su huésped el tiempo suficiente para propagarse a otros huéspedes. Un ejemplo de esto se puede ver en el Ébola, un virus altamente letal con una tasa de mortalidad de alrededor del 50 por ciento, que a menudo mata a su huésped antes de que tenga oportunidad de transmitirse.
NO SE PREVÉ QUE LOS VIRUS SEAN LOS MÁS TRANSMISIBLES
“Por lo tanto, si bien nuestro artículo sugiere que es probable que los murciélagos (y algunos otros órdenes de mamíferos) sigan albergando y generando enfermedades con altas tasas de crecimiento, que podrían ser virulentos después de su contagio a los humanos, no se prevé que estos virus sean los más transmisibles. Ya sea entre especies (desde murciélagos hasta humanos) o dentro de la población humana después del evento de salto entre especies”, dijo Brook.
“Además, no hay evidencia o mecanismo que hayamos descubierto todavía que sugiera que los virus de murciélagos estén desarrollando una mayor virulencia o que lo harán en el futuro. De hecho, una de las mejores maneras de prevenir el contagio sería emprender proyectos de conservación de vida silvestre para restaurar los hábitats de los murciélagos y con esto reducir las tasas de contacto entre murciélagos y humanos en el futuro”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)