Los niveles de CO2 medidos en el observatorio de referencia global de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) en Hawái alcanzaron un máximo de 424 partes por millón (ppm) en mayo, adentrándose en niveles inéditos en millones de años.
Estas mediciones de dióxido de carbono en la atmósfera obtenidas por el Laboratorio de Monitoreo Global de la NOAA corresponden al mes del año en que alcanza su punto máximo en el hemisferio norte. Eso es un aumento de 3.0 ppm con respecto a mayo de 2022 y representa el cuarto aumento anual más grande en el pico de la curva de Keeling en el registro de la NOAA.
Los científicos de la Institución Ocenaográfica Scripps, que mantiene un registro independiente, calcularon un promedio mensual de mayo de 423.78 ppm. También un aumento de 3.0 ppm sobre el promedio de mayo de 2022. Los niveles de dióxido de carbono son ahora más de un 50 por ciento más altos que antes del inicio de la era industrial.
“Cada año vemos aumentar los niveles de dióxido de carbono en nuestra atmósfera como resultado directo de la actividad humana”, dijo en un comunicado el administrador de la NOAA, Rick Spinrad.
“Cada año, vemos los impactos del cambio climático en las olas de calor, las sequías, las inundaciones, los incendios forestales y las tormentas que ocurren a nuestro alrededor. Si bien tendremos que adaptarnos a los impactos climáticos que no podemos evitar, debemos hacer todo lo posible para reducir la contaminación por carbono y salvaguardar este planeta y la vida que lo llama hogar”, agregó.
EL AUMENTO DEL C02 REPRESENTA UNA AMENAZA PARA LOS OCÉANOS
La contaminación por dióxido de carbono se genera por la quema de combustibles fósiles para el transporte y la generación de electricidad. Al igual que por la fabricación de cemento, la deforestación, agricultura y muchas otras prácticas.
Así como otros gases de efecto invernadero, el CO2 atrapa el calor que irradia la superficie del planeta que, de otro modo, escaparía al espacio. Y amplifica los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, sequías e incendios forestales, igual las precipitaciones e inundaciones.
El aumento de los niveles de CO2 también representa una amenaza para los océanos del mundo. Estos absorben tanto el gas CO2 como el exceso de calor de la atmósfera. Los impactos incluyen el aumento de las temperaturas de la superficie y el subsuelo de los océanos y la alteración de los ecosistemas marinos.
Asimismo, el aumento del nivel del mar y la acidificación de los océanos, lo que cambia la química del agua de mar. Esto lleva a una disminución del oxígeno disuelto e interfiere con el crecimiento de algunos organismos marinos.
Este año, las mediciones de la NOAA se obtuvieron de un sitio de muestreo temporal en la cima del volcán Mauna Kea cercan. Este se estableció después de que los flujos de lava cortaran el acceso al observatorio de Mauna Loa en noviembre de 2022. Las mediciones de mayo de Scripps se tomaron en Mauna Loa, después de que el personal de la NOAA realimentó un instrumento Scripps con un sistema solar y de batería en marzo.
Los datos de Mauna Loa, junto con las mediciones de las estaciones de muestreo en todo el mundo, son incorporados por el Laboratorio de Monitoreo Global de la NOAA a la Red de Referencia de Gases de Efecto Invernadero Global. Es un conjunto de datos de investigación fundamental para científicos climáticos internacionales. Y un punto de referencia para los formuladores de políticas que intentan abordar las causas y los impactos del cambio climático.
OBSERVATORIO DE MAUNA LOA
Ampliamente considerado el principal lugar de muestreo mundial para monitorear el CO2 atmosférico, las operaciones del observatorio Scripps y de la NOAA se suspendieron abruptamente el 29 de noviembre de 2022. Esto sucedió cuando los flujos de lava de la erupción del volcán Mauna Loa enterraron más de una milla de la carretera de acceso y destruyeron las líneas de transmisión que suministran energía al campus del observatorio.
Después de una interrupción de 10 días, la NOAA reinició las observaciones de gases de efecto invernadero el 8 de diciembre. Esto desde una instalación temporal de instrumentos en la cubierta del observatorio de la Universidad de Hawái, ubicado cerca de la cima del volcán Mauna Kea. Scripps inició el muestreo de aire en Mauna Kea el 14 de diciembre de 2022 y reanudó el muestreo en Mauna Loa el 9 de marzo, manteniendo sus observaciones en Mauna Kea.
Scripps obtuvo muestras diarias continuas tanto de Mauna Loa como de Mauna Kea durante mayo. Mes en que los niveles de CO2 en el hemisferio norte alcanzan sus niveles máximos del año. Scripps registró una lectura de CO2 de mayo de Mauna Kea de 423.83 ppm, que está muy cerca de la lectura de 423.78 ppm del observatorio de Mauna Loa.
El observatorio de Mauna Loa está situado a una altura de 3,395 metros sobre el nivel del mar. En tanto, el lugar de muestreo de Mauna Kea está un poco más alto, a una altura de 4,145 metros. Los científicos pueden tomar muestras del aire sin que la influencia de la contaminación local o la vegetación lo perturben, y producir mediciones que representan el estado promedio de la atmósfera en el hemisferio norte desde ambos lugares. N
(Con información de Europa Press)