El rey Carlos III, que en su día fue tachado de “chiflado” por admitir que hablaba con las plantas y defender la agricultura orgánica, vestirá su ceremonia de coronación del sábado 6 de mayo con símbolos de la naturaleza y la ecología.
El nuevo rey británico, de 74 años, es un defensor de larga data de las cuestiones medioambientales, desde la lucha contra el cambio climático hasta la biodiversidad. Para su coronación, el monarca reflejará este interés al regalar semillas de flores silvestres a los escolares. Y utilizará prendas ceremoniales recicladas e incluso autorizará, tal vez, que las diademas de diamantes se reemplacen por tocados florales.
En un Reino Unido que perdió 98 por ciento de sus hábitats de flores silvestres en los últimos 80 años, las escuelas primarias recibirán 200,000 paquetes de semillas para que los niños las siembren en sus jardines.
Entusiasta de la biodiversidad, Carlos III tiene un prado de flores silvestres de 1.6 hectáreas en su casa de Highgrove, en el oeste de Inglaterra. Cuidado con esmero durante 30 años, ahora alberga 120 especies y zumba al son de los insectos y los pájaros.
Reciclador empedernido, el monarca tiene un coche Aston Martin que funciona con biocombustible procedente de excedentes de vino blanco inglés y suero de quesería. Y es conocido por hacer reparar sus prendas cuando muestran signos de desgaste, en lugar de tirarlas.
CARLOS III LLEVARÁ UNA SENCILLA TÚNICA BLANCA
El año pasado demostró su afición a “arreglar y remendar” apareciendo en un episodio especial del exitoso programa de televisión de la BBC The Repair Shop (El taller de reparaciones). Todas las prendas ceremoniales que vista el sábado habrán sido usadas anteriormente por otros monarcas, por decisión “personal” del rey.
“La reutilización de estas piezas responde a una idea de sostenibilidad y eficacia”, explicó Caroline de Guitaut, responsable de las obras de arte reales.
Así, Carlos III vestirá el Colobium Sindonis —una sencilla túnica blanca que se lleva inmediatamente después de la unción para simbolizar la pureza ante Dios— de su abuelo Jorge VI. También reutilizará la Supertúnica. Esta es una túnica larga de mangas doradas creada para la coronación de Jorge V en 1911. Asimismo, usará el cinturón de la espada y el guante blanco de la coronación.
La toga de coronación que lucirá su esposa, la reina Camila, a su salida de la Abadía de Westminster también incluirá diseños inspirados en la naturaleza y el medio ambiente. Abejas, un escarabajo y otros insectos aparecerán bordados en oro en la cola de terciopelo púrpura de la prenda.
La cola también llevará bordadas varias plantas, como el lirio de los valles, una de las flores favoritas de la difunta reina Isabel II, el mirto, que representa la esperanza, y la delphinium, una de las flores favoritas de Carlos III. Figuran asimismo el aciano, el helecho maidenhair, símbolo de pureza, y la alchemilla mollis, que simboliza el amor y el consuelo.
RELEVANCIA DEL REY POR LA NATURALEZA Y LAS FLORES
La “pantalla de la unción”, que ocultará al rey de la vista de los asistentes durante la que se considera la parte más sagrada de la ceremonia, también fue bordada utilizando prácticas sostenibles.
El diseño muestra un árbol con pájaros y 56 hojas que representan a los 56 países miembros de la Commonwealth, principalmente excolonias británicas.
El tono “ecológico” de la ceremonia aparecía ya en la invitación a las cerca de 2,000 personas que se esperan en la Abadía de Westminster. En ella aparece el “hombre verde”, una antigua figura del folclore británico que simboliza la llegada de la primavera y el renacimiento.
El diseño del artista heráldico e iluminador de manuscritos Andrew Jamieson presenta también una corona de hojas de roble, hiedra y espino, flores silvestres y fauna británica. Y los tocados florales podrían incluso desplazar a las tiaras que suelen llevar las princesas en los grandes acontecimientos reales.
Se dice que la nuera de Carlos III, Catalina, cuyo marido Guillermo es el heredero al trono, está pensando en llevar un tocado de flores. La biógrafa real Sally Bedell Smith declaró recientemente al diario The Times que el hecho de que la Princesa de Gales prescindiera de su diadema “daría un tono particular” y pondría de relieve la “reverencia del rey por la naturaleza y su pasión por las flores”. N