En un laboratorio del Imperial College London, Jessica Wade pasa el día rodeada de espectrómetros, osciloscopios y… hombres. Por las noches, escribe biografías en Wikipedia para combatir la invisibilidad de mujeres investigadoras como ella, entre el gran público y la comunidad científica.
“No podemos limitarnos a gritar que necesitamos más mujeres científicas, debemos honrar y celebrar a las que tenemos. Escribir sus historias y asegurarnos de que el mundo reconoce lo que han hecho es una forma muy importante de hacerlo”, dice a la AFP en el imponente campus londinense donde trabaja desde 2016.
Esta física de 34 años participa en el desarrollo de nuevas generaciones de semiconductores a base de carbono para fabricar dispositivos ópticos y electrónicos —televisores o paneles solares— más eficientes y menos ávidos de energía. Dirige un equipo de cinco personas, integrado en otro de unas 15, entre las cuales solo hay otra mujer.
La ciencia “está muy dominada por los hombres”, afirma, lamentando el escaso interés que sienten por ella las niñas cuyos padres no son científicos.
“En cuanto entré en un departamento de física con una mayoría de hombres y personas de entornos blancos privilegiados me di cuenta de que no todo el mundo tiene la oportunidad de estudiar física, no todo el mundo se entusiasma con ella”, agrega.
“Esa falta de diversidad influye en la investigación, en qué preguntamos, adónde nos dirigimos, cómo la innovación impacta en la sociedad, a quién beneficia”, subraya. Buscando “llevar la ciencia a más gente” se topó con las “lagunas de conocimiento” de la gran enciclopedia colaborativa, multilingüe y gratuita de internet.
SOLO 19 POR CIENTO DE BIOGRAFÍAS EN INGLÉS SON DE MUJERES
“Wikipedia es una plataforma increíble porque la utiliza todo el mundo, 15,000 millones de puntos de acceso al mes, padres, profesores, legisladores, periodistas, científicos, Amazon, Alexa, Google Home, todos usan Wikipedia cuando buscan información”, enumera atropelladamente.
Sin embargo, “un 90 por ciento de sus colaboradores son hombres” y, como resultado, solo “19 por ciento de biografías en inglés son de mujeres”, afirma. En 2018 se propuso subsanarlo y desde entonces ha escrito ella sola casi 2,000 páginas, a un ritmo de una por noche, en su casa después de cenar.
“Me llevan más de una hora cada una, así que ya suman demasiadas horas de mi vida”, dice con una carcajada. Pero “no veo que vaya a parar pronto”, asegura, explicando que mientras investiga sobre una persona suele descubrir el trabajo de más mujeres científicas. La primera fue la climatóloga estadounidense Kim Cobb: tras verla en una conferencia, la buscó en Wikipedia y en lugar de su relevante investigación oceanográfica descubrió su ausencia.
La presencia de una persona y su trabajo en internet significa que cualquiera puede descubrirlos saltando de un enlace a otro, subraya la británica, que ahora participa en una red de mujeres editoras y anima talleres sobre cómo escribir en Wikipedia.
“Las niñas que buscan en Google sobre, digamos, erizos de mar, irán de un click a otro y aterrizarán en la página de una fantástica mujer científica que los ha investigado”, dice Wade.
“CASI NADIE HOMENAJEABA A GLADYS WEST HASTA QUE LA AGREGUÉ A WIKIPEDIA”, DICE JESSICA WADE
Pero también, asegura, contribuye a impulsar la visibilidad de las mujeres dentro de la comunidad científica y a que reciban reconocimiento. “Si quieres nominar a una persona para un premio o para que entre en una institución o invitarla a dar una conferencia, la buscas en internet y si tiene una biografía bien resumida es mucho más fácil escribir su referencia o presentación”, explica.
Fue el caso de la matemática negra estadounidense Gladys West, de 92 años, una de las primeras reseñas escritas por Wade. Desde 1956, cuando Estados Unidos aún segregaba a los afroamericanos, trabajó 42 años en sistemas de navegación de la marina y sus cálculos acabaron permitiendo el desarrollo del GPS.
“Investigué sobre Gladys para escribir su biografía y había poquísimo en línea, tenía casi 90 años y nadie la homenajeaba. La puse en Wikipedia en febrero de 2018 y en mayo de 2018 aparecía entre las 100 principales mujeres del mundo de la BBC”, asegura.
“Después fue incluida en el salón de la fama de las Fuerzas Aéreas estadounidenses y ganó la medalla Príncipe Felipe de la Real Academia de Ingeniería, que nunca antes había sido para una mujer”. N