Donald Trump y otros líderes del Partido Republicano se sumieron en un inusual silencio sobre el aborto. Lo anterior, tras la suspensión de la píldora abortiva en Estados Unidos, consciente de que posiciones demasiado extremas le cuestan caro en las urnas.
El conservador estado de Kansas protegió el acceso al aborto en una votación. Los republicanos perdieron una elección en el estado de Nueva York. Y obtuvieron un resultado decepcionante en las elecciones de medio mandato, pese a la alta inflación atribuida al gobierno de Joe Biden. Hace meses que los pronósticos no son buenos para el bando republicano.
La semana pasada la elección para la Suprema Corte de Wisconsin, un estado que apoyó a Trump en 2016, de una jueza favorable al aborto, sonó como un llamado de atención. La decisión de la muy conservadora Corte Suprema de Estados Unidos de revertir el derecho al aborto en junio volvió a poner el tema en el centro del debate político.
Según los sondeos, al menos 60 por ciento de los estadounidenses quieren proteger el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo. Así que cuando un juez tejano decidió el viernes pasado suspender la píldora abortiva en Estados Unidos, la plana mayor del partido, que durante mucho tiempo usó el tema para movilizar a su base religiosa, prefirió callarse por primera vez.
Tan solo el muy conservador Mike Pence, favorito de los evangélicos, salió a saludar una decisión que “repara un error de 20 años”, cuando la pastilla fue autorizada por las autoridades sanitarias.
“Apuesto a que un gran número de republicanos desearían que la cuestión del derecho al aborto desaparezca discretamente”, lanzó en Twitter David Axelrod, exconsejero de Barack Obama, pero “están atrapados en su propia trampa”.
PARTIDO REPUBLICANO ACUSA A LOS DEMÓCRATAS DE PROPONER “ABORTOS A LA CARTA”
En el otro bando sucede todo lo contrario. Los demócratas no perdieron un minuto para criticar la decisión judicial y denunciar una decisión peligrosa para los derechos de las mujeres. Además, atribuyeron el nombramiento del juez tejano que tomó la decisión a Donald Trump, el expresidente que lo nombró, y que podría enfrentar a Joe Biden en noviembre de 2024.
“Seamos claros: hablamos acá del objetivo de los republicanos de prohibir el aborto en todo el país”, destacó el jefe de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, al criticar un “programa trumpista”.
Si los republicanos acusaron durante mucho tiempo a los demócratas de querer proponer “abortos a la carta”, ahora se elevan algunas voces que piden un urgente cambio de rumbo. “Hemos sido insensibles y estamos perdidos”, alertó el lunes la republicana moderada Nancy Mace.
“Si le mostramos a la gente que nos preocupamos por ella, estaríamos en mejor postura para convencerla de que nuestras ideas son mejores”, defendió en Twitter.
Pero esos llamados chocan de momento con el conjunto de leyes que prohíben por completo el aborto, incluso en caso de violación o de incesto, adoptadas estos meses en asambleas locales controladas por la derecha más dura.
En Iowa, un estado del Medio Oeste que pesará fuertemente en las primarias republicanas de 2024, una procuradora conservadora suspendió la semana pasada el reembolso de pastillas del día siguiente para las víctimas de agresiones sexuales. Y en Carolina del Sur, estado de Nancy Mace, una decena de republicanos defienden un texto que busca condenar a muerte a mujeres que recurran al aborto. N