La energía geotérmica es una energía renovable que se obtiene mediante el aprovechamiento del calor del interior de la tierra y se transmite a través de los cuerpos de roca o piedras calientes. Gracias a este proceso nació la gastronomía geotérmica, un ejemplo de esta es la que se cocina en Beppu, Japón, ciudad apreciada por su excepcional abundancia de fuentes termales. Ahí, la famosa comida tradicional local es el “jigoku mushi” (infierno humeante).
Varias estaciones termales de Beppu ofrecen a los huéspedes la oportunidad de experimentar esta cocina por sí mismos. En la estación termal Hyotan Onsen, por ejemplo, se puede cocinar carne, pescado y verduras comprados in situ, colocando los alimentos en recipientes directamente conectados al vapor que emana de una fuente termal natural cercana.
GASTRONOMÍA GEOTÉRMICA, TÉCNICA CULINARIA DESDE HACE 200 AÑOS
“Esta técnica culinaria ya se mencionaba en documentos históricos locales hace 200 años”, explica a la AFP Hitoshi Tanaka, presidente del Hyotan Onsen. Con vapores de entre 100 y 110 ºC, la cocción suele durar solo “entre cinco y diez minutos”, lo que permite que los alimentos “conserven todos sus colores originales”, explica.
En cuanto al gusto, la presencia de azufre en los vapores confiere a los platos un sabor “umami”, un potenciador del sabor omnipresente en la cocina japonesa, explica Tanaka. Los vapores también contienen hierro, un oligoelemento esencial para el organismo.
“Se saborea con los ojos, se huelen los vapores y se escucha el sonido de las aguas termales. Así se disfruta de la comida cocinada aquí con todo el cuerpo”, destaca Tanaka, como buen hombre de negocios.
ESTA TÉCNICA NO CUESTA NI ELECTRICIDAD NI GAS
El punto más importante es que la cocina “jigoku mushi” no cuesta nada en electricidad ni gas, lo que siempre viene bien en estos tiempos que corren en Japón y les facilita la vida a sus habitantes, debido a que los precios de la energía se dispararon desde el año pasado.
La energía geotérmica tiene un gran potencial para la producción y procesado de alimentos, especialmente en los países en desarrollo, destacó desde hace ya cinco años la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Según la agencia, esa energía puede ser usada en el secado de alimentos y en la pasteurización y esterilización de la leche. Todo eso ayuda a prolongar la vida útil de los alimentos y los hace disponibles todo el año, incluso en temporadas de sequía, lo que puede mejorar la seguridad alimentaria en poblaciones que lo necesitan.
(Con información de AFP)