Un grupo de científicos observó a una manada de monos de cola larga en Indonesia que usa piedras como un instrumento de masturbación.
Los investigadores de la Universidad de Lethbridge, Canadá, que estudiaron a un grupo de monos en el Santuario del Bosque Sagrado de los Monos en Ubud, Bali, Indonesia, descubrieron que cuando estos animales frotaban o golpeaban suavemente sus genitales con rocas o piedras, mostraban signos de excitación sexual.
En un estudio publicado en la revista científica Ethology: International Journal of Behavioral Biology (Etología: Revista Internacional de Biología del Comportamiento), los científicos describen cómo al comportamiento de frotarse con las piedras le seguía la erección del pene, o una erección ya presente duraba mucho más, comparado con cuando no se estimulaban con las piedras.
Estas conductas de estimulación genital se observaron significativamente más a menudo en machos adolescentes que en machos de cualquier otro grupo de edad.
A pesar de la dificultad para medir la excitación sexual femenina —debido a la falta de un cambio exterior evidente—, los investigadores también encontraron que las monas eran selectivas en cuanto a la forma y el tamaño de la roca que usaban para frotarse los genitales y que prefieren los bordes ásperos o las formas angulares.
“El hecho de que ningún otro patrón de manipulación de piedras tenga una asociación temporal con la erección del pene sugiere que el frotamiento o golpeteo genital con las piedras tiene una clara motivación sexual, en comparación con otras acciones que en apariencia son de juego”, escribieron los autores en el artículo.
MASTURBACIÓN EN MONOS Y OTROS ANIMALES
Además de los monos, la masturbación en animales se ha observado antes en varias especies, incluidos chimpancés, perros e incluso puercoespines. Se observó que los primates, nuestros primos animales más cercanos, se masturban, aunque más comúnmente en cautiverio que en la naturaleza. Incluso se encontró que los macacos montan sexualmente a los venados sika, en lo que se considera el primer caso observado de comportamiento sexual entre especies.
Se cree que la presencia de masturbación en el repertorio de comportamiento de una especie coincide con el sistema de apareamiento de sus grupos sociales.
“En un estudio basado en un cuestionario, [los científicos] encontraron una fuerte asociación entre el sistema de apareamiento de una especie de primate y la masturbación masculina, siendo más frecuente la masturbación en especies que viven en un sistema de organización multimacho/multihembra, como los macacos”, escribieron los autores del artículo científico.
La observación de los macacos que usan piedras para autoestimularse es un caso raro de un animal que utiliza una herramienta para ayudarse a masturbar.
El uso de herramientas en general es un rasgo relativamente poco común en todo el reino animal y se considera un sello distintivo de la inteligencia en una especie.
Aunque originalmente se supuso que solo era una capacidad humana, el uso de herramientas en los animales varía en complejidad, desde el uso instintivo e inflexible de herramientas para tener acceso a alimentos hasta la resolución de problemas y la innovación para lograr un objetivo, como se ve en muchos primates.
COMPORTAMIENTO EXTRAÑO
El descubrimiento del uso de herramientas para el placer sexual es una conducta inexplorada y observada en escasas ocasiones.
“Dado que el orgasmo no representa un objetivo final necesario para la masturbación en primates no humanos, las definiciones biomecánicas del uso de herramientas pueden contribuir a detectar los componentes instrumentales de las acciones que involucran objetos, al investigar el efecto mecánico (aquí, un cambio fisiológico medido a través de la erección del pene) que tienen las herramientas en el objetivo (es decir, en el área genital e inguinal)”, escribieron los autores.
Esto solo se ha visto unas pocas veces previamente. Por ejemplo, un chimpancé macho subadulto en Uganda que estaba usando una botella de plástico desechada como herramienta de masturbación.
“Nuestra investigación sugiere que los comportamientos instrumentales de dudoso valor adaptativo pueden mantenerse a lo largo del tiempo evolutivo a través de mecanismos de placer/autorecompensa, como los que subyacen a las actividades lúdicas y sexuales”, expusieron los científicos en el artículo.
“Nuestros resultados respaldan la idea de que el uso de herramientas evoluciona en etapas desde los comportamientos inicialmente no funcionales, como el juego con objetos, hasta el aprendizaje asequible”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).