Unesco y las Naciones Unidas publicaron este jueves el primer informe sobre la distorsión y negación del Holocausto en las plataformas de redes sociales, en colaboración con el Congreso Judío Mundial (WJC). El informe demuestra que la negación y distorsión del Holocausto son masivas en Telegram, una plataforma conocida “por su falta de moderación y sus directrices claras para los usuarios”.
Como parte de su plan para contrarrestar la negación y distorsión del Holocausto, Unesco y las Naciones Unidas trataron de medir objetivamente el alcance de estos fenómenos en las redes sociales.
Encargaron a investigadores del Oxford Internet Institute que identificaran y analizaran 4,000 publicaciones relacionadas con el Holocausto. Ello en cinco plataformas principales: Facebook, Instagram, Telegram, TikTok y Twitter.
Casi la mitad (49 por ciento) del contenido público relacionado con el Holocausto en esta plataforma niega o distorsiona los hechos. Esta tasa aumenta a más del 80 por ciento para los mensajes en alemán y alrededor del 50 por ciento en inglés y francés.
Estas publicaciones, de fácil acceso para las personas que buscan información relacionada con el Holocausto en la plataforma, a menudo son explícitamente antisemitas.
FALSIFICACIONES SOBRE EL HOLOCAUSTO
En las plataformas moderadas, la negación y la distorsión también están presentes, pero en menor medida. Se refieren al 19 por ciento del contenido relacionado con el Holocausto en Twitter, al 17 por ciento en TikTok, al 8 por ciento en Facebook y al 3 por ciento en Instagram.
Pero la falsificación de los hechos sobre el Holocausto adquiere nuevas formas: los perpetradores aprenden a evadir la moderación del contenido. Lo que hacen es usar memes humorísticos y paródicos como estrategia destinada a normalizar las ideas antisemitas, por ejemplo, haciendo que estas ideas parezcan convencionales.
“El informe revela que todavía hay redes sociales donde la negación y la distorsión del Holocausto se propagan sin moderación. Este contenido se utiliza para alimentar el odio. Podemos luchar contra estos fenómenos tomando medidas sobre el contenido y educando a los usuarios.
“La asociación de la UNESCO con Facebook y TikTok, que redirige a los usuarios a información verificada, es un ejemplo de las mejores prácticas. Pero no solo podemos confiar en la participación voluntaria de las plataformas: también necesitamos principios y directrices comunes. Unesco dirigirá este debate con todas las partes interesadas y, en 2023, celebraremos la primera conferencia mundial dedicada a la responsabilidad de las plataformas”, dijo Audrey Azoulay, directora general de Unesco.
“El antisemitismo, la negación y distorsión del Holocausto y otras formas de intolerancia y odio religiosos son un sismógrafo. Cuanto más sacudien nuestro mundo, mayores son las grietas hasta los cimientos de nuestra humanidad común”, añadió. N