Investigadores dirigidos por el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, Estados Unidos, demostraron que unas diminutas y robustas partículas inmunitarias derivadas de la sangre de una llama podrían proporcionar una fuerte protección contra todas las variantes del covid-19. Incluida la variante ómicron, y 18 virus similares, entre ellos el SARS-CoV-2 y el SARS-CoV-1, responsable del brote de SARS de 2003.
En un artículo publicado en Cell Reports el 28 de junio, el equipo sugiere que estas moléculas de “superinmunidad” son conocidas como nanocuerpos. Estas podrían ser precursoras de un tratamiento o aerosol antiviral inhalable de acción rápida. Y podría almacenarse y usarse globalmente contra la pandemia en evolución y los virus futuros.
En comparación con el resto del reino animal, las llamas, los camellos y las alpacas tienen un sistema inmunitario único. Producen anticuerpos con una sola cadena polipeptídica en lugar de dos.
Esta construcción da como resultado anticuerpos que tienen aproximadamente una décima parte del tamaño de los normales. Son excepcionalmente estables y pueden unirse firmemente a los objetivos de la enfermedad.
Debido a estas propiedades únicas, los investigadores pueden vincular fácilmente múltiples nanocuerpos como una cadena de margaritas. Por lo que si un virus intenta escapar mutando, otro nanocuerpo está listo para mantenerlo bajo control.
PARTÍCULAS DE LLAMAS CREAN “SUPERINMUNIDAD” CONTRA COVID-19
“Debido a su pequeño tamaño y amplias actividades neutralizantes, es probable que estos nanocuerpos de camélidos sean efectivos contra futuras variantes y brotes de virus similares al SARS”, dice el autor principal Yi Shi.
“Su estabilidad superior, los bajos costos de producción y la capacidad de proteger las vías respiratorias superiores e inferiores contra la infección. Esto significa que podrían proporcionar una terapia crítica para complementar las vacunas. Así como los medicamentos de anticuerpos monoclonales si y cuando una nueva variante de covid-19 o SARS-CoV -3 emerge”.
Como parte fundamental de su estudio, el equipo del doctor Shi inmunizó a la llama, llamada “Wally”, con el dominio de unión al receptor (RBD) del SARS-CoV-2, el fragmento corto o pico del virus que se adhiere a la proteína en el superficie de las células humanas para entrar y propagar la infección.
Descubrieron que la inmunización repetida con el RBD dio como resultado que Wally produjera nanocuerpos que reconocieron no solo el SARS-CoV-2, el virus que causa el covid-19, sino una amplia gama de otros coronavirus, confiriendo lo que los investigadores denominaron “superinmunidad”.
“A partir de este descubrimiento, el equipo aisló y validó un gran repertorio de nanocuerpos antivirales altamente potentes y efectivos contra un amplio espectro de virus similares al SARS”. N