Aunque la mayoría de las personas privadas de su libertad en los centros penitenciarios de Aguascalientes son jóvenes o adultos contemporáneos, entre los 18 y 39 años de edad, y gozan de buen estado de salud general, hay 25.2% que cuentan con una o más enfermedades, según la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En las estadísticas se señala que de las 1,989 personas que forman parte de la población penitenciaria, 502 presentan (o presentaron en fechas recientes) algún padecimiento diagnosticado por un médico.
Las enfermedades más comunes en los hombres y mujeres en reclusión son la hipertensión, diabetes, hepatitis y la bronquitis o neumonía.
Posteriormente le siguen otros padecimientos como el cáncer, el VIH y tuberculosis, con 16, 15 y 4 casos, respectivamente.
El informe incluye 29 casos de Covid-19, cifra que varía con el reporte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en donde se informa que desde el inicio de la pandemia en México, en marzo de 2020, a la fecha, no se contabilizan casos confirmados de Covid-19, y únicamente se menciona un caso sospechoso.
En la encuesta se agrega que de los 29 casos que fueron diagnosticados por un médico, en 18 sí se realizó una prueba de detección, mientras que en 11 no se le realizó al paciente.
A nivel nacional, 6 mil 56 personas privadas de la libertad dieron positivo a Covid-19, de los cuales en 3 mil 111 casos sí se practicó prueba de detección y en 2 mil 927 no se realizó.
En el desglose por género, 5 mil 563 pacientes fueron hombres y 493 mujeres.
70% de personas privadas de la libertad consumían sustancias psicotrópicas antes de ser recluidos
Como parte del rubro de las condiciones de salud de los internos de los centros penitenciarios, la encuesta menciona que el 70.3% de la población consumió algún tipo de sustancia psicotrópica o droga durante los 12 meses previos a ser ingresados a prisión.
El tabaco es la sustancia más consumida, ya que el 66.6% de las personas privadas de la libertad lo utilizaron; le siguieron las bebidas alcohólicas con el 12.0%.
De las drogas ilícitas, la marihuana fue la más consumida, con el 7.3%, seguida de las anfetaminas y metanfetaminas, o “crystal” (5.9%) y la cocaína (2.3%).
Para concretar una verdadera rehabilitación en la salud de las personas, es necesario que quienes tienen problemas con el consumo de sustancias psicotrópicas reciban la atención especializada.
Sin embargo, de acuerdo a la ENPOL, de las 1,148 personas privadas de la libertad que reconocieron haber consumido alguna sustancia psicotrópica en el último mes, el 71.6% señalaron que el centro penitenciario no ha proporcionado el tratamiento médico o psicológico para reducir o dejar el consumo de alcohol, tabaco o alguna otra sustancia.
Por el contrario, sólo 326 personas afirmaron haber recibido atención especializada para su rehabilitación.
En el resto del país la situación no es distinta, ya que en el 69.2% de los casos de internos con problemas de adicciones o de consumo de sustancias psicotrópicas no reciben tratamiento especializado en los centros penitenciarios.
Carencias en salud gineco-obstétrica a mujeres privadas de su libertad
El derecho a la salud es uno de los considerados como fundamentales y de aplicación universal, sin embargo en las personas privadas de la libertad no siempre se garantiza su cumplimiento.
La situación se complica aún más en el caso de las mujeres, pues según la encuesta de la población penitenciaria, en el último año se registraron seis embarazos en las mujeres recluidas en el Centro Penitenciario Femenil de Aguascalientes.
Sin embargo, actualmente sólo se tiene el registro de un hijo que vive al interior del Centro Penitenciario Femenil.
En todo el país suman 366 hijos viviendo en el centro carcelario. Las entidades que registran la mayor cantidad de infantes en reclusión son la Ciudad de México (41), el Estado de México (35), Veracruz (34), Puebla (23), Guerrero y Jalisco, con 21.
Aunado a esto, el Estado de México es la entidad con el mayor registro de embarazos al interior del centro penitenciario femenil, con 180 embarazos durante el tiempo de reclusión. Le siguen la Ciudad de México (136), Veracruz (92), Puebla (81) y Guerrero (80).
Finalmente, destaca que en Aguascalientes la aplicación de exámenes para detectar el cáncer cérvicouterino y de mama, son mínimos, pues en el último año sólo se han aplicado 21 exámenes de Papanicolau y 24 mastografías al universo de 120 mujeres que se encuentran actualmente en prisión.