VENEZUELA y Cuba fueron el punto de choque durante la cumbre de la Celac celebrada este sábado en México, donde los presidentes de Paraguay y Uruguay cuestionaron la legitimidad democrática de sus pares Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel.
Las fricciones en la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) arrancaron cuando el mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, reafirmó que no reconoce a Maduro como presidente de Venezuela.
“Le digo al presidente de Paraguay: ¡ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre la democracia en Paraguay, en Venezuela y América Latina! ¡Ponga usted, presidente Lacalle (de Uruguay), la fecha y el lugar!”, respondió Maduro ante el pleno.
Paraguay rompió relaciones con Caracas tras reconocer al opositor Juan Guaidó, quien en 2019 se autoproclamó presidente interino de la otrora potencia petrolera, sumida en una grave crisis que ha empujado a emigrar a millones de venezolanos.
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De su lado el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, afirmó que participar en la cumbre no significaba ser “complaciente” con países donde “no hay una democracia plena, se utiliza el aparato represor para acallar las protestas, cuando se encarcelan opositores”.
“Vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela”, subrayó Lacalle ante sus colegas. Estados Unidos elogió dicha condena. “Presidente de Uruguay @LuisLacallePou diciendo las cosas como son”, tuiteó Juan González, jefe para América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, junto a un video del discurso.
En marzo de 2020, el Departamento de Justicia estadounidense acusó a Maduro de “narcoterrorismo”, tráfico de drogas y posesión de armas, y ha ofrecido 15 millones de dólares por su captura.
Guaidó agradeció a los presidentes de Paraguay y Uruguay, cuyas declaraciones en video retuiteó. “Maduro, desesperado por legitimidad en la CELAC y sale trasquilado: no tiene ni tendrá reconocimiento”, escribió.
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El exjefe parlamentario es reconocido como presidente encargado por medio centenar de países, encabezados por Estados Unidos, aunque Maduro mantiene el control en Venezuela con apoyo de los militares, Cuba, Rusia y China. El líder chavista fue reelegido en cuestionados comicios para el período 2019-2025.
Maduro invitó a la región a atestiguar los comicios para gobernadores y alcaldes del 21 de noviembre próximo, en los que la oposición participará luego de tres años de boicot electoral.
“¡Vayan! (…), vean al dictador Maduro cómo convoca a la elección número 29”, ironizó.
Tras la cita, el gobierno colombiano rechazó en un comunicado la participación de Maduro, señalando que la región “no puede tolerar la existencia de regímenes autocráticos (…) que pueden llegar a amenazar la soberanía territorial por su connivencia con la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado”.
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Maduro pidió por otra parte el “apoyo de todos los gobiernos” de la región al diálogo en México que mantienen delegados suyos con la oposición venezolana. “El único camino que puede tener Venezuela es el diálogo”.
Díaz-Canel también rechazó las declaraciones de Lacalle y afirmó que denotan su “desconocimiento de la realidad”, y lo acusó de imponer un “paquetazo neoliberal” en Uruguay.
“En mi país por suerte la oposición tiene resortes democráticos para quejarse. Esa es la gran diferencia con el régimen cubano”, reviró Lacalle, quien leyó un fragmento de la canción “Patria y vida”, himno de las protestas de julio en Cuba que dejaron un muerto, decenas de heridos y centenares de detenidos.
“Parece que el presidente Lacalle tiene muy mal gusto musical. Esa canción es una mentira y una construcción entre algunos artistas en contra de la revolución cubana”, repuso Díaz-Canel.
La declaración final de la cumbre llamó a un acceso “justo y equitativo” a las vacunas contra el covid-19 y a “democratizar” su producción.
“Hay países que todavía no tienen vacunas; ha sido injusto, abusivo (…). ¡Que nunca más le vuelva suceder a América Latina y el Caribe algo así! ¿Cómo se puede lograr? Con un plan, con acciones, con organización”, dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en su balance.
La VI cumbre respaldó además la creación de un fondo de la Celac para responder a los desastres naturales derivados del cambio climático, para el cual, según Ebrard, ya se han reunido 15 millones de dólares.
Integrada por 33 países, la Celac surgió en 2011 con el impulso del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, y otros gobernantes de izquierda como un contrapeso a la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que forman parte Estados Unidos y Canadá. N