“NO HAY FUGA” en la central nuclear de Taishan, en el sur de China, dijo el Ministerio del Medio Ambiente de dicho país este miércoles, después de que un reportaje de CNN aseguró que el operador conjunto francés de la instalación había advertido sobre una “amenaza radiológica inminente”.
El Ministerio de Ecología y Medio Ambiente también negó las acusaciones de que su agencia atómica, la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, había elevado los estándares aceptables de radioactividad afuera de la planta. En una declaración en su cuenta pública de WeChat, dijo que el reportaje de CNN incluía “conceptos erróneos” de seguridad nuclear.
En la refutación punto por punto, el ministerio dijo que se detectaron niveles elevados de actividad específica —radioactividad por unidad de volumen o peso— del refrigerante del circuito primario durante la operación de la Unidad 1 del reactor. La cantidad estaba dentro del rango aceptable de los requisitos de operación de la planta.
“La operación segura de la central nuclear está garantizada”, añadió el ministerio.
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El aumento de radioactividad en el circuito primario fue resultado de un daño en el armazón de las barras de combustible, un “factor incontrolable en la producción, transportación y carga del combustible”, explicó en la declaración. Una cantidad mínima de daño en las barras de combustible es inevitable, dijo, y señaló que el fenómeno es común y no ha afectado las operaciones de plantas nucleares en otras partes del mundo.
La aclaración coincide con una declaración dada por Électricité de France (EDF), el dueño minoritario de la planta, el cual dijo a la Agence France-Presse el lunes que la acumulación de gases nobles era un “fenómeno conocido, estudiado y estipulado en los procedimientos de operación del reactor”.
EDF también citó la “degradación del armazón de las barras de combustible” como la causa de la filtración interna del reactor, después reportada como los gases inertes criptón y xenón. La compañía de servicio público lleva a cabo una investigación de reportes relevantes, dijeron.
El Ministerio del Medio Ambiente de China comentó que un aumento en el nivel de radioactividad dentro del circuito primario es “completamente diferente” a una fuga accidental de radiación. Siempre y cuando la barrera de presión del circuito refrigerante y el sello de contención del reactor cumplan con los requisitos necesarios, no habrá fuga de radiación al medio ambiente, señaló.
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Los indicadores medioambientales “no muestran anormalidades” alrededor de la planta nuclear de Taishan, se lee en la declaración. “Esto demuestra que no hay una fuga en absoluto”. El Ministerio parecía sugerir una malinterpretación de las prácticas de seguridad nuclear de China en el reportaje de CNN, al cual llamó “no basado en hechos”.
La agencia nuclear del país no revisó los límites de radiación aceptables fuera de la planta de Taishan; más bien, comprobó y aprobó un límite relevante de la actividad específica de gases inertes del refrigerante de la Unidad 1 del reactor, dijo.
“El límite se usa para la administración operativa y no está relacionado con la radioactividad fuera de la central nuclear. El concepto en el reportaje de CNN es erróneo”, añadió la declaración.
El Ministerio calcula que alrededor de cinco de los 60,000 armazones de barras de combustible del reactor actualmente están degradados. Se dijo que la proporción representa menos del 0.01 por ciento y es “mucho menor” que el 0.25 por ciento máximo considerado durante el proceso de diseño.
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El Ministerio del Medio Ambiente explicó que continuará monitoreando los niveles de radioactividad dentro del circuito primario de la Unidad 1 así como afuera de la instalación de Taishan. Las autoridades mantienen la comunicación con la Agencia Internacional de Energía Atómica y los reguladores franceses de seguridad nuclear, comentaron.
El reportaje de CNN del lunes mencionaba que el gobierno de Estados Unidos valoraba dos memorandos de la compañía de servicio público Framatome, los cuales afirmaban que uno de los dos reactores nucleares de la planta de Taishan estaba “filtrando gas de fisión”, y que la principal autoridad nuclear de China estaba modificando los estándares de seguridad para evitar un apagado.
La compañía francesa —una subsidiaria de EDF— diseñó y opera en conjunto el sitio en Guangdong, la provincia más poblada de China con alrededor de 115 millones de habitantes.
El contacto de Framatome con el gobierno estadounidense causó sorpresa y parecía aumentar la urgencia de la cuestión. Informes subsecuentes revelaron que el dueño mayoritario de la planta, el Grupo General de Energía Nuclear de China, estaba en la lista de entidades de Estados Unidos.
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Esto significa que Framatome requería de una dispensa estadounidense para proveer asistencia técnica a la planta, donde los reactores fueron conectados a la red en diciembre de 2018 y septiembre de 2019, respectivamente.
Tras ser contactado por Newsweek el lunes, un portavoz de Framatome comentó que se estaba “apoyando en la resolución de un problema de rendimiento junto con la central nuclear de Taishan en la provincia de Guangdong, China”.
“Según la información disponible, la planta opera dentro de los parámetros de seguridad. Nuestro equipo trabaja con expertos relevantes para evaluar la situación y proponer soluciones para abordar cualquier problema potencial”, añadió la declaración.
Framatome no profundizó sobre la urgencia de sus solicitudes enviadas a Washington, tampoco sobre su uso de la frase “amenaza radiológica inminente”. N
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek