Eliminar áreas verdes para construir obras de concreto es la estrategia prevista por el gobierno de Baja California para minimizar el costo de mantenimiento del campo de golf del Club Campestre de Tijuana, anunció Amador Rodríguez Lozano, secretario General de Gobierno.
“Estamos pensando en mucho más que áreas verdes”, asentó el funcionario.
Indicó que una vez expropiado el inmueble, lo cual considera que podría ser decretado en 15 días, se eliminarán los greens (área verde en dónde se sitúa la bandera que indica la posición del hoyo de golf), cuyo mantenimiento calificó de sumamente costoso.
“Estamos pensando en tener un lago, un audiorama, anfiteatro, una pista para que la gente pueda correr en canchas deportivas para tenis, para fútbol, estamos pensando en un centro cultural, es otro tipo de mantenimiento”.
Amador Rodríguez tasó el costo de mantenimiento del Club Campestre en 5 millones de pesos y no 60 millones de pesos como han declarado los directivos del Club.
“No sé de donde saquen esa cantidad, seguramente mucho de eso se va a los bolsillos de algunos”, dijo.
La inversión para ejecutar los proyectos de obra la estimó en 300 millones de pesos.
Sostuvo que el mantenimiento del Club no será concesionado, sino que se creará una dependencia que en la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenamiento Territorial (SIDURT) para atenderlo.
Para el mantenimiento y el desarrollo de los proyectos “tendremos que encontrar mecanismos de financiamiento”, dijo, al reconocer que el estado carece de presupuesto para ello.
Una opción, anotó, “es la venta de bienes inmuebles, si alguien está interesado, estamos vendiendo 12 mil millones de pesos en bienes inmuebles que nos ha autorizado el Congreso del Estado, porque no es posible que haya habido tal cantidad de bienes inmuebles y que estemos pasado por una escasez de recursos”.
Otra opción es el permutar con empresas obras de construcción por terreno, acción permitida dentro de la Ley de adquisiciones, sostuvo.
El pago de expropiación lo estimó en mil 200 millones de pesos, de acuerdo con los datos catastrales y el valor que se tiene declarado del inmueble.
Dijo que el monto“sería pagaderos en dos años y se pagará cuando sea necesario, cuando sea el momento adecuado, a quien resulte responsables como el titular reconocido por los tribunales”.
Rodríguez Lozano descartó que exista por parte del gobierno del estado un programa de expropiación o que se tenga en puerta el ejecutar un acto similar al iniciado para la expropiación del Club Campestre.
“No existe, bajo ninguna circunstancia que exista un plan de expropiación ni hay riesgo de que se ahuyente la inversión con la expropiación del Club Campestre, no hay un atentado contra la propiedad privada”, subrayó.
Enfatizó que a la fecha nadie ha acudido a la dependencia a su cargo a revisar el expediente para encontrar razones que puedan servir para que se impugne este documento y el Club Campestre no sea expropiado como pretende esta declaratoria de utilidad pública publicada el 13 de abril.
Ante ello aseguró, “en quince días estaremos decretando la expropiación”.
Amador Rodríguez rechazó que se esté borrando el historial registral del inmueble, del cual en el Registro Público de la Propiedad aparece que fue propiedad de la familia Arguelles y de los exgobernadores Abelardo l. Rodríguez y Alonso García González.
Sobre el señalamiento vertido por la directiva del Club Campestre de que la propiedad se cambió a nombre de Luis Eduardo Verduzco, Olga Ojeda, directora jurídica del gobierno del Estado negó tal acción.
“Es un funcionario de SIDURT que en la integración del expediente técnico encontró esa discrepancia y solicitó una rectificación, no aparece como propietario”, concluyó.