Estados Unidos y 13 aliados expresaron el martes de forma conjunta su preocupación por un informe respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el origen del COVID-19 e instaron a China a brindar “acceso completo” a los expertos.
“Nos unimos para expresar preocupaciones compartidas” en relación al reciente estudio apoyado por la OMS realizado en China, afirman en un comunicado Estados Unidos junto con aliados como Reino Unido, Canadá, Australia, Japón y Corea del Sur.
La nota indica que la misión respaldada por la OMS en China “se retrasó significativamente y no tuvo acceso a datos y muestras originales y completos”.
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“Es fundamental que expertos independientes tengan acceso completo a todas las personas, animales y datos ambientales, investigaciones y personal involucrado en las primeras etapas del brote, que sean relevantes para determinar cómo surgió esta pandemia”, añade el comunicado, sin criticar explícitamente a China.
Los países signatarios dicen además compartir “estas preocupaciones no solo para el beneficio de aprender todo lo que podamos sobre los orígenes de esta pandemia, sino también para abrir un camino hacia un proceso oportuno, transparente y basado en evidencias para la siguiente fase de este estudio, así como para el próximas crisis de salud”.
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Otros de los países que firmaron la declaración conjunta fueron República Checa, Dinamarca, Estonia, Israel, Letonia, Lituania, Noruega y Eslovenia.
En un cambio de tono con respecto al del expresidente Donald Trump, quien promovió el retiro del país de la OMS, el comunicado señala que Estados Unidos y sus aliados trabajarían con el organismo de salud de la ONU.
El informe tan esperado de los expertos designados por la OMS y sus homólogos chinos concluyó que la pandemia mundial probablemente llegó a los humanos de los animales y que era “extremadamente improbable” que el virus se esparciera desde un laboratorio en la ciudad de Wuhan, una teoría abonada por algunos en la administración Trump.