“Algunas mujeres se pierden en el fuego, otras están hechas de él”. – Michelle K.
Desde hace 19 años, Erika Susana López forma parte del H. Cuerpo de Bomberos del Municipio de Aguascalientes, siendo una de las primeras mujeres en dedicarse de lleno a esta actividad. A lo largo de ese tiempo, ha dejado parte de su vida para salvar la de otras personas.
La curiosidad por la labor de los bomberos le nació desde temprana edad, pues aún recuerda que desde niña se sentía atraída por el sonido de las sirenas de los camiones de rescate que pasaban por su casa.
“Yo de repente los veía en la calle, yo creo que este es uno de los trabajos en los que principalmente debemos de tener vocación; recuerdo que yo los veía pasar en la calle, con la sirena abierta y se me enchinaba la piel por el hecho de ayudar a la gente, así fue que al salir de la preparatoria me inscribí como bombera voluntaria”.
Abrirse paso en una actividad ligada históricamente con los hombres, por su fuerza, valentía y tenacidad, no fue nada sencillo, sin embargo, fue el apoyo de sus compañeros la que la hizo salir a flote y poco a poco fue ganándose el respeto a partir de la pasión con la que realiza su trabajo.
“Es mucho muy difícil, la tenemos todavía muy complicada las mujeres, afortunadamente tengo compañeros que nos han enseñado a abrir camino. Cuando yo entré aquí todo era empírico, era ir aprendiendo sobre la marcha, desde lo más básico, que es aprender a usar un extintor, hasta atender accidentes con personas prensadas o incendios”, comentó.
Pero desempeñarse en lo que más le gusta, no ha sido fácil, pues de por medio ha tenido que sacrificar momentos especiales para su familia.
“Han sido muchos sacrificios, desde los aniversarios, fiestas de los familiares, los festivales de los niños, yo que es el principal sacrificio, ha habido también navidades, por ejemplo, en los últimos dos años me tocó trabajar el 31 de enero”.
Para Susana, un respaldo importante ha sido su esposo, a quien conoció en el Departamento de Bomberos, y que comparte la misma pasión por servir a la población.
“Aunque mis hijos no quieran desempeñarse en esta actividad, lo importante es inculcarles el valor de ayudar, tengo una hija de 6 años a la que quiero inculcarle que no hay límites como mujeres, que los límites nos los ponemos nosotras, que no importa lo que quiera hacer, siempre hay que forjarse el camino en lo que la haga feliz”.
De paramédico a bombero, la adrenalina siempre presente
Fanny Jocelyn Noguez Lorenzana es otra de las tres mujeres que actualmente integran el Cuerpo de Bomberos. Aunque ya anteriormente se había desempeñado como paramédico en el área de Protección Civil, sabía que lo suyo era algo con más adrenalina.
“Cuando yo estaba dando mi servicio en el área prehospitalaria veía a los chicos de bomberos y decía que yo quería sentir lo que ellos sentían, tomar una manguera y entrar a un incendio”.
Aunque el cambio de área, en un principio tomó por sorpresa a su familia, finalmente tuvo su apoyo y respaldo para desempeñarse como bombero, lo que le dio más fortaleza para vencer los obstáculos y estereotipos.
“Cuando estaba en prehospital me apoyaron, todo fue muy tranquilo, pero ya cuando decidí cambiarme para acá se sorprendieron, sobre todo en el tema de los horarios, pero siempre han estado ahí apoyándome”, refirió.
Un hecho que marcó su corta carrera en el cuerpo de bomberos fue el incendio del pasado 28 de enero registrado en una vivienda de la Col. Insurgentes, en donde murieron cuatro integrantes de una familia. Desde entonces, Fanny recuerda ese momento como un impulso para dar más de sí en cada reporte.
“Yo creo que el más difícil fue el incendio en Las Huertas, ya cuando llegamos era un incendio generalizado, fue en la madrugada, y ya ahorita cuando escucho que tenemos que atender un incendio de casa con personas adentro, ya no vas con la misma mentalidad, sí me dejó muchísimas lecciones de por qué se me exige tanto y porque sé que puedo dar más de mí”.
A decir de Fanny, ser mujer en la actividad que desempeña no es ninguna desventaja, pues la fortaleza física que puede ser inferior a la de un hombre, es bien suplida por la fuerza mental y la valentía con la que asume cada reporte.
“Hasta la fecha sigue siendo difícil que una mujer se dedique a esto, pero yo pienso que tenemos que poder, tenemos que demostrar, aunque hay cosas que me cuesta más trabajo por la fuerza, pero si hay un incendio yo entro y es demostrar que también como mujeres podemos, y podemos hacerlo bien”, concluyó.