El bisfenol A (BPA), un químico industrial que se utiliza para fabricar productos como las botellas de plástico, se relaciona con un incremento en el riesgo de muerte, según un estudio.
El BPA se utiliza para fabricar ciertos tipos de plásticos y resinas que forman parte de algunas botellas, equipo deportivo, dispositivos médicos, tubería para agua, el revestimiento de las latas de alimentos y bebidas y el papel térmico que se utiliza en los recibos de ventas.
En Estados Unidos, 12 estados y Washington D.C. tienen restricciones con respecto a ese material. Sin embargo, de acuerdo con investigaciones existentes citadas por los autores del artículo publicado en la revista JAMA Network Open, 90 por ciento de las muestras de orina de la población general de Estados Unidos contienen trazas de BPA.
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En el nuevo estudio participaron 3,883 personas adultas estadounidenses de 20 años de edad o más, que formaron parte de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Estados Unidos 2003-2008. Los participantes proporcionaron muestras de orina y dieron información sobre su edad, género, origen racial, alimentación y niveles de ejercicio.
Del total de voluntarios, 344 murieron 10 años después del inicio del estudio, de los cuales, 71 fallecieron por alguna enfermedad cardiovascular y 75 de cáncer.
El Dr. Wei Bao, profesor adjunto del Colegio de Salud Pública de la Universidad de Iowa y sus colegas encontraron que las personas que tenían mayores concentraciones de BPA en la orina presentaron un mayor riesgo de morir al final del estudio.
Los participantes con las mayores concentraciones de BPA tenían un riesgo 51 por ciento mayor de muerte por cualquier causa. La relación se mantuvo cuando los investigadores tomaron en cuenta factores que podrían poner a una persona en un mayor riesgo de muerte, afirmaron.
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Los participantes con mayores concentraciones de BPA tenían mayores probabilidades de ser jóvenes, varones, de raza negra, tener un bajo nivel educativo y bajos ingresos familiares. También tenían menores probabilidades de hacer ejercicio, aunque comían más, tenían una mala alimentación y un mayor índice de masa corporal que otras personas.
El equipo afirmó que sus hallazgos reflejan otros estudios anteriores en los que se ha relacionado la exposición al BPA con un aumento en el riesgo de trastornos cardiometabólicos como diabetes, hipertensión y enfermedad cardiovascular.
Es necesario realizar más investigaciones para replicar los hallazgos en distintas poblaciones y explicar esta relación, señalan los autores.
Kevin McConway, profesor emérito de estadística aplicada de The Open University, que no participó en la realización del artículo, dijo en una declaración escrita: “En esta investigación se utilizaron datos de una muestra bastante amplia de estadounidenses, la cual es representativa, en términos generales, de la población adulta de Estados Unidos. Sin embargo, se trata de un estudio observacional y siempre hay problemas para decidir qué significan realmente los resultados de los estudios observacionales”.
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McConway dijo: “Aunque los investigadores encontraron que (en general) cuanto mayor es la concentración de BPA en la orina, tanto mayor será el riesgo de muerte en un momento dado, esto no significa que el BPA en el cuerpo de los participantes sea la causa del aumento en el riesgo”.
Señaló que “el gran inconveniente” es que los investigadores no pueden ajustar sus datos a cada posible variable que podría sesgar los resultados.
Ieuan Hughes, profesor emérito de pediatría de la Universidad de Cambridge, dijo que el análisis de todos los tipos de muerte, o mortalidad por todas las causas, es “un instrumento con poco filo”.
“Gran parte de la bibliografía sobre los efectos tóxicos del BPA, que es un químico presente en todas las edades, incluido el feto, se ha centrado en los efectos relacionados con el sistema endocrino de los animales y de los humanos. Por ejemplo, los trastornos reproductivos de los varones. Sin embargo, ¿cómo puede distinguirse esto en términos de mortalidad?
Añadió: “Se ha comenzado a limpiar el ambiente de BPA (vemos productos libres de BPA en las estanterías de los supermercados) y el uso de sustitutos análogos como el bisfenol S. El llamado de los autores a realizar más estudios es correcto, ya que los seres humanos seguiremos estando expuestos durante mucho tiempo a esta clase de químicos”.
El Dr. Fred Davis, profesor adjunto de química orgánica de la Universidad de Reading y que tampoco trabajó en la realización del artículo, dijo: “Este artículo se sumará al gran conjunto de preocupaciones que existen sobre la seguridad de los polímeros que contienen el monómero BPA”.
Davis señaló: “En los últimos años, se ha encontrado que la mayoría de las personas tienen cantidades muy pequeñas de BPA. Se piensa que esta exposición se debe al uso de polímeros que contienen BPA y que están en contacto con los alimentos, por ejemplo, en los contenedores plásticos o en el revestimiento de las latas. Entonces, la exposición ocurre debido a la presencia del monómero sin convertir, o por la descomposición del polímero (probablemente por hidrólisis).
“Los niveles de exposición a este material son bajos y, en consecuencia, esto representa un desafío para la investigación relacionada con los riesgos, particularmente en vista de los muchos factores imbricados que pueden influir en la mortalidad. Por ello, las conclusiones a las que se llegó se basan en los modelos utilizados, y a pesar de contar con una muestra relativamente grande en una investigación realizada durante 10 años, los autores admiten que se requieren más estudios”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek