La organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció este jueves que se vio obligada a cerrar el centro de aislamiento para pacientes con COVID-19 que tenía instalada en la isla de Lesbos luego de que el gobierno de Grecia le impuso varias multas con posibles cargos penales relacionados con la normativa urbanística.
Este centro de aislamiento de COVID-19 abrió sus puertas el 6 de mayo pasado tras los esfuerzos de organizaciones médicas de toda la isla y con el apoyo de funcionarios públicos y del hospital local.
Este era el único lugar en Lesbos que brindaba un espacio seguro donde podían aislarse y recibir atención las personas del campo de refugiados de Moria que presentaban síntomas de COVID-19.
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Sin embargo, desde el 1 de julio las autoridades locales comenzaron a imponer multas y posibles cargos penales al centro de aislamiento relacionados con regulaciones de planificación urbana.
Estas acciones se dan pese a que el centro de aislamiento forma parte del plan de preparación para emergencias establecido por el ministro de Migración y está destinado a prevenir la propagación de COVID-19 entre las personas que viven en el centro de recepción de Moria.
En un comunicado difundido hoy, MSF condena rotundamente que las autoridades no hayan encontrado una solución para mantener abierto el centro cuando todavía existe el riesgo de que el COVID-19 se propague por el cercano centro de recepción de Moria, donde más de 15,000 refugiados viven hacinados y en condiciones insalubres.
“MSF advierte que el cierre del centro de aislamiento, que reducirá significativamente la capacidad de respuesta de COVID-19 en la isla, podría tener consecuencias terribles en caso de que ocurra un brote en Moria”, indicó el organismo.
Las 15,000 personas que actualmente se encuentran en Moria tienen poco espacio y un acceso limitado a agua y jabón, lo que hace imposible llevar a cabo las medidas preventivas como el distanciamiento físico y el lavado regular de manos.
“TENEMOS QUE CERRAR INVOLUNTARIAMENTE”
“Estamos profundamente decepcionados porque las autoridades locales no hayan podido invalidar estas multas y los posibles cargos en medio de una pandemia como la actual, y a pesar de los esfuerzos de algunos actores relevantes”, afirmó al respecto Stephan Oberreit, coordinador general de MSF en Grecia.
“El sistema de salud público en Lesbos no podría manejar la devastación que causaría un brote en Moria, razón por la cual intervinimos. Hoy hemos tenido que cerrar involuntariamente una parte crucial de la respuesta de COVID-19 para Moria”, agregó el funcionario.
Según la organización, más de 300 personas de alto riesgo, debido a su edad o condición médica crónica, así como sus familias, permanecen atrapadas en estas condiciones peligrosas. Por ello pide, una vez más, la evacuación inmediata y urgente de todas las personas vulnerables, incluidas las de alto riesgo de contagio de COVID-19, desde Moria a un lugar más seguro.
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“Es sorprendente que las autoridades locales nos pongan tantos obstáculos por tratar de proteger a las personas vulnerables, cuando, justo a nuestro lado en Moria, vemos una enorme violación de la dignidad humana, con miles de personas atrapadas en condiciones inhumanas”, añadió Oberreit.
“Esta no es la primera y probablemente no será la última vez que nosotros y otras organizaciones humanitarias debemos hacer frente a este tipo de obstáculos por tratar de cubrir las necesidades que descuidan las autoridades europeas y griegas en la asistencia a los migrantes y refugiados”, dijo por su parte Bertand Perrochet, director de Operaciones de MSF.
“Durante los últimos cinco años, hemos visto el terrible daño que las políticas de contención infligen a las personas atrapadas en los centros de recepción en las islas griegas. Ahora, en medio de una pandemia, se ha impedido a MSF responder a un riesgo de salud pública que las autoridades han desoído”, agregó el directivo.
En el comunicado, MSF dejó claro que sigue abierto a discutir con las autoridades griegas sobre qué se debe hacer con respecto al riesgo de COVID-19 para las personas en el centro de recepción de Moria, mientras mantiene sus servicios de salud mental, sexual y reproductiva en su clínica de la zona.