La descendiente de una víctima de “Jack el Destripador” exige una nueva investigación después de que pruebas de ADN reavivaran las especulaciones sobre el asesino en serie más famoso de la historia, que operó en Londres a finales del siglo XIX.
Los crueles asesinatos de “Jack el Destripador” aterrorizaron a los residentes de Whitechapel, un barrio pobre del este de Londres, en 1888. La verdadera identidad del famoso criminal fue un misterio durante mucho tiempo, y entre la decena de sospechosos circularon especulaciones que acusaban a miembros de la familia real y a jefes del gobierno.
En 2014, el autor británico Russell Edwards afirmó haber resuelto el misterio gracias a rastros de ADN encontrados en un chal de la escena del crimen de la cuarta víctima del asesino, Catherine Eddowes, fallecida el 30 de septiembre de 1888.
Edwards sostiene que “Jack el Destripador” fue un inmigrante de Polonia llamado Aaron Kosminski, que trabajaba como barbero y que fue considerado uno de los principales sospechosos.
La prenda habría sido recuperada en la época por un policía que quiso regalársela a su esposa. Esta última rechazó usarla, por lo que el chal permaneció en una caja y después pasó a formar parte de la colección de Museo del Crimen de Scotland Yard.
SE EXIGE IDENTIFICAR LEGALMENTE AL ASESINO
Catherine Eddowes era una mujer de 46 años que trabajaba ocasionalmente como prostituta. Su cuerpo lo encontraron una madrugada, con el cuello cortado y el rostro mutilado.
Russell Edwards pidió la apertura de una investigación sobre el asesinato, apoyado por Karen Miller, una descendiente directa de Catherine Eddowes. “La gente se ha olvidado de las víctimas, que no obtuvieron justicia en su momento. Ahora necesitamos que esta investigación identifique legalmente al asesino”, dijo Karen Miller, en una entrevista al Daily Mail publicada este lunes.
En 2023, la tataranieta de un policía británico que investigó a “Jack el Destripador” también afirmó haber descubierto la identidad del asesino en serie. Según ella, se trataba de Hyam Hyams, un fabricante de cigarros, epiléptico y alcohólico.
Cientos de libros, películas y programas de televisión se han centrado en el asesino en serie. Desde luego, se sabe quiénes fueron sus víctimas, pero se ha escrito muy poco acerca de ellas. En The Five: The Untold Lives of the Women Killed by Jack the Ripper (Las cinco: la vida desconocida de las mujeres asesinadas por Jack el Destripador), un libro publicado en 2019, la historiadora social Hallie Rubenhold volvió a contar la historia a través de los ojos de Polly, Annie, Elizabeth, Kate y Mary Jane, y al hacerlo, reveló un nuevo giro.
¿”DESCUBRIÓ LA VERDAD” SOBRE LAS VÍCTIMAS DE JACK EL DESTRIPADOR?
“’Jack el Destripador’ mataba prostitutas, o eso es lo que se ha creído siempre”, escribió Rubenhold. “Pero no hay pruebas contundentes que indiquen que tres de sus cinco víctimas fueran prostitutas. Tan pronto como se descubría cada uno de los cuerpos, en la oscuridad de un terreno o de una calle, la policía suponía que la mujer era una prostituta asesinada por un maniático que la había atraído a ese lugar para tener sexo. No existe, ni nunca ha existido, ninguna prueba de esto”.
En la Inglaterra victoriana, el papel de la mujer estaba limitado. Cualquier mínimo indicio de impropiedad sexual significaba la expulsión de la sociedad decente.
“Una mujer pobre y desposeída que vivía en la calle, o que estaba sola en la noche, y que podría haber tenido problemas de adicción o haber sido separada de su familia, era considerada como moralmente arruinada”, declaró Rubenhold a Newsweek en su momento. “La policía estaba tan convencida de sus teorías sobre la elección de las víctimas que no lograron llegar a la conclusión obvia: Jack el Destripador atacaba a las mujeres mientras dormían”. N
(Con información de AFP)