La Isla de Taiwán, localizada a tan solo 1,010 kilómetros de Wuhan, China, epicentro del coronavirus, es el único lugar en el mundo que ha logrado controlar la propagación de la enfermedad, con seis defunciones al 21 de abril.
Recientemente, los funcionarios encargados de la salud en esa república dieron a conocer que, a finales de diciembre de 2019, alertaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el riesgo de transmisión del virus. Pero sus advertencias no fueron retrasmitidas a otros países.
El Centro para el Control de Enfermedades de Taiwán exhibió un correo electrónico que envió a la OMS el 31 de diciembre de 2019 sobre siete casos de neumonía atípica en Wuhan.
En ese correo se explicó que, en China, el término “neumonía atípica” se usa comúnmente para referirse al SARS, una enfermedad transmitida entre humanos causada por el coronavirus.
“Debido a su experiencia con la epidemia de SARS en 2003, Taiwán realizó un seguimiento atento de la información sobre el nuevo brote. El 31 de diciembre de 2019, Taiwán envió un correo electrónico al punto focal del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), informando sobre la enfermedad y también solicitando más información”, versa el comunicado oficial del Centro.
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Dada la falta de claridad en ese momento, se añade, así como los muchos rumores que circulaban, el objetivo de Taiwán era garantizar que todas las partes relevantes de su territorio permanecieran alertas, especialmente porque el brote ocurrió justo antes de las vacaciones del Año Nuevo Lunar, que generalmente ve enormes cantidades de viajeros.
“Para ser prudentes, en el correo electrónico nos esforzamos por referirnos a la neumonía atípica, y notamos específicamente que los pacientes habían sido aislados para recibir tratamiento. Los profesionales de la salud pública podían discernir de esta redacción que había una posibilidad real de transmisión de la enfermedad de persona a persona. Sin embargo, debido a que en ese momento todavía no había casos de la enfermedad en Taiwán, no podíamos afirmar de manera directa y concluyente que había habido transmisión de persona a persona”.
Ante las declaraciones de las autoridades de Taiwán, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que esa república “no informó de ninguna transmisión de persona a persona”, además dijo que el correo electrónico que la OMS recibió de Taiwán era para obtener mayor aclaración sobre la epidemia con base en un informe oficial de Wuhan.
“Algo que debe estar claro es que el primer e-mail no fue de Taiwán (…) El primer informe fue de Wuhan”, dijo Tedros. El director ejecutivo del programa de emergencias sanitarias de la OMS, Michael Ryan, explicó que “en ningún punto del proceso de comunicación, en este e-mail recibido, hubo referencia ninguna a una transmisión de persona a persona ni cualquier otro asunto. Simplemente requería información relevante y nos agradecía por adelantado nuestra atención”.
LAS SOSPECHAS DE TAIWÁN
El Centro indicó que Taiwán también se comunicó con el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades en un intento por obtener más información.
“Sin embargo, en respuesta a nuestras preguntas, el coordinador del RSI de la OMS solo respondió con un breve mensaje que indicaba que la información de Taiwán había sido enviada a colegas expertos; China solo proporcionó un comunicado de prensa”.
Aunque Taiwán sospechaba firmemente que la transmisión de la enfermedad de persona a persona ya estaba ocurriendo en ese momento, no pudimos obtener la confirmación a través de los canales existentes, se agregó.
Dos días después del correo enviado a la OMS, el 2 de enero de 2020 Taiwán, un territorio con más de 23 millones de habitantes, ya había implementado medidas de inspección más estrictas para vuelos entrantes desde Wuhan. Se ordenó que fueran inspeccionados antes de que los pasajeros pudieran desembarcar.
Dentro de las medidas de control fronterizo se incluían pruebas de fiebre para los pasajeros que arribaban y exámenes a gran escala para casos sospechosos. El director general de los CDC, Chou Jih-haw, dijo que las medidas adicionales eran rutinarias para los brotes sospechosos.
“Si los pasajeros que regresan de China experimentan fiebre o síntomas respiratorios agudos dentro de los diez días de su llegada, deben hablar con los CDC en su línea directa gratuita y buscar tratamiento médico lo antes posible”, agregó.
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A mediados de enero, el Centro para el Control de Enfermedades envió a expertos a Wuhan para conocer mejor la epidemia, las medidas de control tomadas allí y el historial de exposición de los pacientes, se informó en medios de ese país. Con base en investigaciones preliminares, Taiwán determinó que “esta forma de neumonía podría propagarse a través de la transmisión de persona a persona”.
Sobre el caso, el gobierno de Estados Unidos dijo: “Estamos profundamente desconcertados por el hecho de que las informaciones de Taiwán no hayan sido compartidas con la comunidad sanitaria mundial, como refleja la declaración de la OMS del 14 de enero de 2020, según la cual, no hay pruebas de una transmisión entre humanos”.
LA DISCUSIÓN
La discusión entre la OMS y las autoridades de Taiwán surgen a partir de una entrevista realizada el 28 de marzo a Bruce Aylward, subdirector general de la OMS, en la televisora RTHK de Hong Kong. Se le cuestionó la posibilidad de considerar a Taiwán como parte de la OMS.
Aylward hizo una larga pausa y explicó que no podía oír a la periodista, por lo que pidió pasar a una siguiente pregunta. Ella hizo caso omiso e insistió en hablar sobre Taiwán. El funcionario de la OMS pareció perder la comunicación. Tras insistir en una nueva llamada, Aylward dijo: “Bueno, ya hemos hablado de China”. Ello aunque Taiwán se considera un país independiente.
Después de la entrevista, la OMS explicó que la membresía de Taiwán no corresponde aclararla a sus funcionarios, sino que “depende de los Estados miembros” de la organización.
La Organización Mundial de la Salud considera como países miembro solo a aquellos que la ONU reconoce. En el caso de Taiwán no es reconocido por ninguna de las dos organizaciones.
“Esto implica que Taiwán ha sido excluido siempre de las reuniones de emergencia y de importantes informes mundiales de expertos sobre la pandemia de coronavirus”, explica la corresponsal de la BBC en Taiwán, Cindy Sui.
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La OMS también ha tomado como medida sumar las estadísticas de coronavirus de Taiwán a las de China. Situación con la que está totalmente en contra el país independiente. “Niega al mundo información precisa y oportuna sobre la pandemia”, se ha informado.
“El ministerio enfatiza que el sistema de salud completo y sólido de Taiwán, así como su exitosa experiencia en la prevención de enfermedades, lo convierten en un socio indispensable para que la OMS logre su objetivo de ‘salud para todos’.
“Sin embargo, debido a problemas políticos, Taiwán no ha sido invitado a la OMS desde 2017”, declaró el vocero de Relaciones Exteriores, Bob Chen.
De 2009 a 2019, el gobierno de la isla ha pedido asistir a 187 reuniones de la Organización, pero solamente le han permitido asistir a 57. “Una tasa de rechazo de alrededor del 70 por ciento”, explicó Chen.
En años anteriores, Taiwán mantenía buenas relaciones con China, incluso llegó a ser observador en la Asamblea Mundial de la Salud, pero perdió este estatus en los últimos años en la medida que aumentaron las tensiones entre Taipéi y Pekín.
Ambos territorios se consideran “herederos” del gobierno legítimo de China unificada. Xi Jinping es, oficialmente, presidente de la República Popular China, que tiene su capital en Pekín, lo que le da pase directo a una silla en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En tanto, Tsai Ing-wen es presidenta de la República de China, también conocida como Taiwán, considerada por Pekín como una “provincia renegada”. No obstante, es reconocida como país por algunas regiones de América Latina y el Caribe, África, Europa y Oceanía.