El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) recomienda que las personas no enfermas utilicen cubrebocas para reducir una posible transmisión entre personas contagiadas con COVID-19 que sean presintomáticas o asintomáticas.
El reporte técnico publicado este miércoles explica que, si bien hay un debate sobre el uso de los cubrebocas, éstos pueden “reducir la propagación de la infección en la comunidad al minimizar la excreción de pequeñas gotas respiratorias”.
Sin embargo, añade el ECDC, no se sabe cuánto el uso de máscaras en la comunidad puede contribuir a una disminución en la transmisión y se deben utilizar como una medida complementaria.
Lee más: La UNAM recomienda el uso de cubrebocas en lugares concurridos para evitar contagios de COVID-19
“Se podría considerar el uso de máscaras faciales no médicas hechas de varios textiles, especialmente si, debido a problemas de suministro, las máscaras médicas deben ser priorizadas para su uso como equipo de protección personal por parte de los trabajadores de la salud”, recomienda el texto.
En este sentido, explica que no hay evidencia de que las mascarillas no médicas u otras cubiertas para el rostro protegen a su portador, pues su objetivo es que quien la usa, no disemine el virus.
“El uso apropiado de las máscaras faciales es clave para la efectividad de la medida y se puede mejorar a través de campañas educativas”, detalló el ECDC en sus conclusiones.