El riesgo de contraer coronavirus será cada vez más alto en las siguientes semanas al iniciarse la segunda etapa de contagio, ahora a escala local, y los más expuestos serán los trabajadores del sector servicios.
Pese al escenario, las autoridades no han emitido un protocolo para la atención de riesgos sanitarios de este tipo, con lo que a las empresas le han dejado, como única opción, la suspensión de labores para proteger a su personal.
Sin embargo, en muchos casos eso significaría pérdidas económicas y de empleo para los trabajadores.
“La atención de clientes, proveedores, entre los mismos compañeros de oficina, es una posible forma de contagio, a eso le agregamos que quienes lo portan tardan varios días en incubarlo y por lo tanto realizarán sus actividades normales, es un hecho que el contagio de propagará en poco tiempo”, advirtió Santiago Ortega, especialista de la Escuela de Salud Pública de México.
El artículo 243, fracción VIII, de la Ley Federal del Trabajo, indica que el patrón está obligado a suspender las actividades y disponer la evacuación de los trabajadores a un lugar seguro en caso de riesgo inminente para su seguridad y salud, escenario en el que encuadraría un contagio de coronavirus.
El abogado laboral Alberto Cantú comentó que, en caso de declararse una contingencia sanitaria, la Ley Federal del Trabajo contempla que los patrones solo podrán pagar una “indemnización” a los trabajadores, pero no su sueldo completo durante el tiempo que no asistan a trabajar por esta razón.
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Los montos previstos son un día de salario mínimo general estimado en 123.22 pesos diarios en la zona centro y en la frontera norte, 185.56, solo durante un mes y no más, lo que pondría en desventaja a los trabajadores en caso de que la alerta continúe más tiempo.
Explicó que, al presentarse el primer caso y contagio “masivo” en una empresa, no dudarán en emplear medidas drásticas en las que los trabajadores serán los principales afectados.
“Cada minuto, hora o día cerrado de un negocio repercute de manera significativa en las finanzas de cualquier empresa. Pedirles que cierren para protegerse de algo que no se sabe si llegará es prácticamente imposible. Pero en cuanto se dé el primer caso, será inevitable el cierre de establecimientos como restaurantes, museos, bancos y todo aquel en donde haya una alta concentración de personas”, apuntó.
Hasta el momento, los únicos protocolos de protección y prevención que existen son para el personal médico, a quienes la Secretaría de Salud ha instruido para colocarse el equipo de protección necesaria desde fuera del área con pacientes contagiados; al personal de limpieza solicitaron usar cloro en ciertas concentraciones para garantizar la desinfección, entre otras medidas. Para el resto de los trabajadores mexicanos no hay instrucción alguna, más que lavarse las manos continuamente, taparse la boca al estornudar y acudir al médico en caso de presentar los síntomas básicos.
En cambio, en España, en donde el virus llegó tras detonarse en China a finales del año pasado, el Ministerio del Trabajo emitió esta semana una guía de actuación para las empresas y empleados.
La primera solicitud que hace el país europeo a los patrones es informar a los trabajadores de la existencia del riesgo en las actividades que realicen y, de ser necesario, detener la actividad laboral.
En este supuesto, implementarán medidas “organizativas y preventivas que de manera temporal eviten el contacto social” y aclara que “la mera suposición o la alarma social generada no son suficientes” para que una empresa suspenda actividades, en cambio, propone que, si el personal considera necesario o no seguir actividades, sean avaladas por los patrones y se reduzca al máximo el contacto con otras personas.
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Asimismo, el ministerio español ofrece como alternativa el trabajo a distancia, home office o teletrabajo, tanto individual como colectivo, para mantener la producción en las empresas, aunque no haya presencia en las sedes laborales.
En México, en tanto, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, Concanaco, llamó a todas las empresas afiliadas a sumarse a las acciones de prevención, seguir los protocolos de las autoridades de salud para atender la contingencia y evitar la propagación del coronavirus.
“La primera acción que se requiere es la prevención, y en ella tenemos que participar todos y evitar contagios a gran escala o una pandemia como en otros países, y eso solo se logrará con la suma de esfuerzos de todos los mexicanos”, indicó José Manuel López Campos, titular de Concanaco.
MAQUILADORAS EN RIESGO POR VIRUS
En las maquiladoras de la zona fronteriza del país, el coronavirus, más que ser un riesgo para la salud de los trabajadores, ha impactado en el déficit de insumos provenientes de China, lo que ha provocado desde el mes de enero un descenso en las actividades y en la oferta laboral para muchas personas.
Según reportes de medios fronterizos, los dueños de maquiladoras junto con los líderes sindicales han acordado paros técnicos ante la reducción forzada de la actividad para no atentar contra el contrato colectivo de trabajo y garantizar el empleo a la mayoría de los obreros.
Aunque las autoridades sanitarias descartan por el momento llegar a tales niveles de contingencia, las empresas deberán alistarse para actuar de inmediato y salvaguardar sus producciones y su planta laboral.
¡NO HAY MAL VIRUS QUE POR BIEN NO VENGA!
Es ineludible que el coronavirus es una amenaza a la salud mundial, pero, a la vez, podría ser una puerta para la inversión y generación de empleos.
El Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación, Index, reconoció que la falta de insumos provenientes de China, debido a los bloqueos que por términos sanitarios le han hecho a toda su industria, permitirán reposicionar a México como opción para la elaboración de suministros.
“La situación en China va a desencadenar un beneficio para México inmediato, es posible que se empiecen a ver cambios y movimientos de inversiones hacia México para efectos de suministro”, aseguró Víctor Hugo Delgado, presidente de Index Mexicali.
Como ejemplo, expuso que algunas empresas dedicadas a la manufactura de teléfonos celulares ya no están recibiendo insumos de China y la proveeduría les está llegando de otros países, por lo que han tenido que reestablecer convenios de libre mercado con naciones más cercanas, lo cual no es un indicador de riesgo, sino que podría ser una nueva alternativa de negocio para muchas empresas mexicanas.
En menor medida, prácticamente en términos caseros, muchas empresas pequeñas nacionales han repuntado sus ventas con la elaboración de cubrebocas o gel antibacterial ante las compras de pánico en todo el país que agotaron dichos productos en las principales tiendas de autoservicio y farmacias, las cuales no solo hicieron los mexicanos, sino también miembros de la comunidad china que compró en cantidades millonarias materiales de prevención para exportarlos a su país y ayudar a la población en riesgo.
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A su vez, en redes sociales ha tenido buena acogida la oferta de cubrebocas de tela, elaborados manualmente, con costos de 60 a más de 200 pesos, que muchas personas adquieren sin importar el precio con tal de sentirse protegidas ante el virus.
¿QUÉ ES EL CORONAVIRUS?
El coronavirus es un virus que causa enfermedades que van desde el resfriado común hasta enfermedades respiratorias más graves. Circula entre humanos y animales y se transmite de una persona infectada a otras a través del aire, al toser y estornudar, al tocar o estrechar la mano de una persona enferma, o al tocar un objeto o superficie contaminada con el virus y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos antes de lavarse las manos.
Los síntomas son fiebre, tos, estornudos, dolor de cabeza y dificultad para respirar.
Las medidas de protección básicas incluyen el lavado frecuente de manos, cubrirse boca y nariz con el codo flexionado o con un pañuelo al toser o estornudar, tirar el pañuelo inmediatamente y lavarse las manos con un desinfectante de manos a base de alcohol o con agua y jabón.
Asimismo, es importante mantener una distancia social de un metro o más de quienes tosan, estornuden o tengan fiebre, ya que, en caso de tener COVID-19, las gotículas que expelen y contienen virus en una persona se pueden inhalar por otra si se encuentra demasiado cerca.
De la misma forma, es necesario evitar tocarse ojos, nariz y boca, ya que las manos tocan muchas superficies que pueden estar contaminadas con el virus.