Los argelinos salieron en masa en el 53º viernes consecutivo para mantener, en vísperas de su primer aniversario, la llama de una protesta inédita que obligó al presidente Abdelaziz Buteflika a dimitir pero sin lograr cambiar el “sistema” en el poder desde la independencia.
La manifestación en Argel no dejó de crecer durante la tarde, al punto de colmar varias calles del centro de la ciudad, y al final de la jornada se dispersó en calma, según periodistas de la AFP.
No hay en el país un conteo oficial o independiente del número de participantes, pero la impresionante movilización parecía cercana a la de las grandes manifestaciones del “Hirak”, el “movimiento popular” de protesta inédito que agita a Argelia.
Se les unió un interminable cortejo procedente del barrio popular de Bab el Oed, constató otra periodista de la AFP.
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“¡No hemos venido a celebrar, hemos venido a sacarlos de aquí!”, exclamaron los manifestantes. “El pueblo quiere la caída del régimen”, “La banda de bandidos debe partir”, gritaban.
Varias organizaciones ciudadanas y partidos pidieron “la movilización popular para descalificar la agenda de la regeneración del Sistema y sentar las bases de una nueva república”.
También se realizaron grandes marchas en Orán, Constantine y Annaba, las localidades más pobladas después de Argel, así como en varias otras ciudades de provincia, según las redes sociales y los medios de comunicación en línea.
Continuar la movilización
Hace un año, el viernes 22 de febrero de 2019, numerosos argelinos, a los que se decía entonces resignados y despolitizados, invadieron repentinamente las calles de todo el país, contra la voluntad anunciada del presidente Buteflika, casi invisible y mudo desde un derrame cerebral en 2013, de solicitar un quinto mandato.
Después de seis semanas de manifestaciones, el “Hirak” obligó al Estado Mayor del Ejército, pilar del régimen, a exigir y obtener, el 2 de abril, la dimisión de Buteflika.
En una entrevista celebrada el jueves por la noche con la prensa nacional, el nuevo presidente Abdelmadjid Tebbune, exfiel de Buteflika elegido en diciembre durante una presidencial muy criticada, rindió homenaje al “Hirak” que impidió el “colapso total” del país y aseguró que pondrá en práctica “todas sus reivindicaciones”.
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Sin embargo, en un “Manifiesto del 22 de febrero”, publicado el jueves y distribuido el viernes por los manifestantes, organizaciones cercanas al “Hirak” exhortan a “continuar la movilización”.
Los lemas siguen siendo de actualidad, recuerda el texto, que expresa “una voluntad de ruptura con las instituciones actuales” y el rechazo “de que el proceso de cambio se confíe al poder existente”.
Este manifiesto denuncia también la continuación de las “medidas represivas” contra periodistas, militantes y manifestantes y recuerda que los argelinos “quieren que su país sea gobernado y administrado con transparencia”.
“El sistema no va a caer tan fácilmente”, pero “lo haremos tarde o temprano”, asegura la AFP Ferhat, desempleado de 28 años, procedente de Béjaia, a unos 200 km de Argel.