Hace casi 3 años, con sus acciones de sustentabilidad, la multinacional Unilever aplicó el dicho: “El buen juez por su casa empieza”. Así que como meta para sus 240 fábricas que operan en el mundo, la firma se propuso dejar de enviar desechos al relleno sanitario. Ni un kilo de basura.
Actualmente, todas sus instalaciones operan con algún tipo de energía renovable y cierran 2019 con broche de oro, anunciando que los envases de todas sus categorías se producirán con plástico recuperado.
Jorge Acosta, gerente regional de sustentabilidad de Unilever, explica que el compromiso con el medio ambiente es un trabajo colaborativo con otros actores que comenzó “desde la casa” y ahora están materializando en las marcas de su amplio portafolio de productos de consumo.

“Tenemos una huella de carbón muy baja. Hoy 100% de la energía en las fábricas es renovable. Ya no es termoeléctrica que consume bastante petróleo. Optamos por energía que genera el viento (en el caso de las cuatro plantas que operan en México). Estamos en el proceso de ser una empresa cero carbono en todas sus operaciones, por lo que tenemos que eliminar otras fuentes fósiles que usamos en las fábricas como el gas o el diesel”, explica el directivo.
Unilever tiene cuatro fábricas productivas en el Estado de México, Morelos y DF. Las cuatro utilizan energía eólica que compran como socios a las empresas que producen electricidad con molinos de viento. Se trata de soluciones eco-amigables que han involucrado políticas públicas, desarrollo de infraestructura y el compromiso de la iniciativa privada.
Estas acciones forman parte del compromiso que suscribió la multinacional para generar cero emisiones de carbono hacia el 2030. Esa meta los ha llevado a analizar todas las opciones posibles para reducir al máximo su impacto en el planeta desde la producción de productos, su distribución y almacenaje, así como la disposición final de los empaques vacíos para procurar 100% de la recuperación del plástico que puede ser reprocesado industrialmente.
De hecho, la eliminación del plástico virgen en los empaques es parte de la apuesta de Unilever por contribuir a “un mundo libre de residuos”, con los que busca, entre otras metas, disminuir en más de 100 mil toneladas la utilización de envases de plástico, a la vez que recolecta y procesa más plástico del que vende, lo que permite seguir impulsando el reciclaje en México, país que ha logrado posicionarse como líder en la recuperación de PET en América Latina.
Acosta explica que en el caso del plástico, el compromiso de los consumidores es fundamental para lograr que el envase vacío llegue a los contenedores adecuados y pueda seguir el ciclo de reciclaje industrial para convertirlo en un nuevo empaque.
La reutilización de insumos detiene la generación de nuevos plásticos a partir de materia virgen. Esto permite seguir aprovechando los beneficios y las bondades de este material para producir empaques.
“Al analizar el ciclo de vida (de los materiales), se ha detectado que el vidrio consume mucha energía en su producción y en su distribución porque pesa mucho más que el plástico. Ese consumo de carbono adicional que tiene el vidrio frente al plástico es muy alto. Si el plástico lo metemos en esta economía circular —recolección y reciclaje del 100%—, sin duda el impacto en reducción de carbón del plástico respecto al vidrio es muy alto”, explica Acosta.
En México, diario se generan 102 mil toneladas de residuos y se estima 11% de los mismos son plásticos. Es por ello que Unilever sigue implementando acciones para reducir a cero su huella ambiental y anunció que para la producción de sus mayonesas Hellmann’s en México producirá envases con 100% del plástico recuperado de sus tarros y botes de squeeze. Además, incluirá etiquetas de papel en vez de plástico, con lo que busca reducir 2,400 toneladas de este material al año.