Un científico mexicano descubrió un método —en trámite de patente— para la localización de personas después de sismos, que funciona gracias a la tecnología móvil, los códigos QR y la seguridad del blockchain; ahora lo ofrece gratis para su utilización en varios países.
Los ojos de los mexicanos se posaron en el Colegio Enrique Rébsamen, en el sur de Ciudad de México, después del sismo de 7.1 ocurrido el 19 de septiembre de 2017, tras la noticia de que bajo los escombros aún había una niña con vida: Frida Sofía. La búsqueda se extendió hasta la mañana del 21 de septiembre, cuando se confirmó que la menor no existía.
Ante la problemática de cómo localizar muertos y heridos, que no pueden decir donde están después de un desastre, Carlos Moisés Hernández Suárez, profesor investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima, propone una solución: la patente tramitada vía Patent Cooperation Treaty (PCT), llamada “Método para localizar personas después de un sismo u otros desastres”, con el número de identificación PCT/IB2017/056767.
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“Es una innovación que actúa como un seguro para la gente que está en un edificio y que puede ser víctima de que esa construcción colapse en caso de un sismo; permite encontrar muertos y heridos, que no pueden decir dónde están, después de un terremoto. La patente fue aprobada a escala mundial y de ahí la reclamaría en México, Centroamérica, Perú y Chile —países altamente sísmicos—”, explica en entrevista con Newsweek México el doctor en bioestadística por la Universidad de Cornell.
Este invento está conformado por una aplicación móvil, un sistema de almacenamiento de datos de altísima seguridad, una página para la generación oficial de códigos QR, imposibles de falsificar, y las relaciones entre estos elementos. El investigador mexicano está ideando un innovador modelo de negocio basado en la utilización gratuita de este avance tecnológico, aprovechando la protección internacional que permitiría obtener dinero al comercializarla alrededor del mundo.
UNA APP, CÓDIGOS QR Y LA TECNOLOGÍA BLOCKCHAIN
Cuando un edificio colapsa, las autoridades y las corporaciones de rescate se enfrentan al problema de no tener una lista de los individuos que deben ser rescatados de los escombros. Lo mismo ocurre si un inmueble debe ser evacuado y la lista de personas que no han salido se desconoce. La falta de información impide optimizar los recursos y organizar el rescate, especialmente cuando los recursos son limitados y la cantidad de edificios colapsados es grande, como sucede en los terremotos.
La innovación de Carlos Moisés Hernández propone instalar identificaciones únicas que se pueden leer con un teléfono inteligente u otro dispositivo móvil en edificios públicos y otros que pudieran presentar riesgo de derrumbe, de manera que quienes ingresen en ellos puedan indicar su localización a un sistema de información centralizado.
“Cualquier país podrá usarla gratis, deberá instalar Códigos QR, que serán generados de manera exclusiva, en cualquier construcción pública o que pueda estar en riesgo de colapso”, insiste Hernández.
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Esta tecnología funciona a través de una aplicación móvil, con la que las personas pueden proveer su ubicación voluntariamente, como si fuera un “cinturón de seguridad”: pueden decirle a un sistema dónde están, para que se sepa en caso de emergencia. Es un sistema basado en la tecnología blockchain que blinda la información que proporcionen los usuarios, así que, en caso de colapso, únicamente los cuerpos de rescate podrían acceder a esos datos.
“Si a los edificios con esta tecnología les pasa algo, entonces es cuando las autoridades van a necesitar saber quiénes estaban dentro. Con este invento sabrían cuánta gente había o si ya salieron todos. Para liberar la información se necesitan tres personas: uno pertenece a la sociedad civil, otro a cuerpos policiacos y otro a los cuerpos de rescate; es decir, no hay una sola persona que pueda saber quién está dónde”, resume el investigador.
En caso de emergencia, el sistema pregunta al usuario, a través de la aplicación instalada en su celular, si está bien. Así, si alguien estaba fuera del edificio o ya está a salvo, puede decirlo y los esfuerzos se centran en la última ubicación registrada de quienes no responden. Si se alimenta con suficiente información, este invento puede proporcionar anticipadamente datos para preparar la atención médica de las víctimas, como tipo de sangre, medicinas que consumen, alergias o información de contacto.
“Así como en el inicio del uso del cinturón de seguridad, todo es voluntario. Este sistema permite proveerle un seguro al que quiera. La tecnología que he desarrollado tiene dos grandes beneficios: es fácil de instalar y de bajo costo”, remata Carlos Moisés Hernández Suárez.
INFORMACIÓN VITAL, EN LUGARES DE ALTO RIESGO
Édgar Francisco Figueroa Gutiérrez, técnico en Gestión Integral del Riesgo con Certificación USAR (Urban Search and Rescue), ha participado en rescates de personas en varios lugares de México y otras partes del mundo, por lo que conoce los protocolos de rescate utilizados por los “topos”, Protección Civil y otros organismos de atención a la población.
“Actualmente, el rescate es por indicación, para ahorrar recursos. Después de que se recibe la notificación, el personal de rescate se desplaza hacia el lugar afectado; una vez que el grupo asignado llega, se hace una evaluación del edificio para intentar saber cuántos pisos eran y cuál es la cantidad exacta o aproximada de personas que podrían estar en el interior”, explica en entrevista.
Esta investigación, vital para establecer prioridades en la búsqueda y rescate, se hace buscando a las personas encargadas del edificio o a algunas que hayan vivido ahí, pero casi siempre son inexactas. Por ejemplo, hay quienes dicen que en tal departamento vivía una anciana, pero alguien más dice que se murió y otros que se fue a visitar a su hijo.
Ahí radica la importancia del método de localización desarrollado por el científico mexicano: “Son datos muy importantes saber cuántas personas puede haber y en qué lugar se pueden ubicar. Sin embargo, es muy difícil recabar la información, pero es de gran ayuda porque puedes dar así una mejor y rápida atención, ya que centras esfuerzos en donde es más probable que haya sobrevivientes”, explica el rescatista.
De acuerdo con el Servicio Geológico Mexicano, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Colima y Jalisco son los estados con mayor sismicidad en la república mexicana debido a la interacción de las placas oceánicas de Cocos y Rivera que subducen con las de Norteamérica y del Caribe sobre la costa del Pacífico frente a estos estados.
También los estados de Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Nuevo León, Sonora, Baja California, Baja California Sur y Ciudad de México presentan alta sismicidad.
En el libro Aquí volverá a temblar. Testimonios y lecciones del 19 de septiembre (Grijalbo, 2018), Carlos Flores, quien fue primer titular de la Comisión de Reconstrucción de Ciudad de México, explica que la capital del país es más vulnerable a los sismos después del terremoto del 19S, pues hay muchas edificaciones afectadas que aún están habitadas y no hay un censo que permita ubicarlas a todas.
Otro factor es que la megalópolis, corona regional del centro de México, conformada por Ciudad de México y Tlaxcala, Hidalgo, Morelos, Puebla y el Estado de México —donde se concentra el mayor número de edificios en riesgo de colapsar—, está construida sobre una cuenca sedimentaria y un lago seco. Es decir, ante un sismo esta configuración geológica produce una amplificación de las ondas sísmicas, con frecuencias muy perjudiciales para los edificios de varios pisos. De ahí su peligro creciente para los habitantes.
“FRIDA”, MÁS USOS PARA ESTE SISTEMA
“Frida” es el nombre de una aplicación móvil, creada también por el doctor Carlos Moisés Hernández Suárez, bajo la lógica de funcionamiento del método de localización de personas después de desastres, y busca dar seguridad a usuarios y taxistas del estado de Colima.
Al abordar la unidad se puede escanear un código QR ubicado en el carro y en la pantalla del celular aparecerán los datos del taxi como número económico, el sitio al que pertenece, fotografía y nombre del conductor.
En caso de que algún taxista pirata copie un código QR y lo ponga en otro vehículo, la imagen y los datos no van a coincidir con la información de la aplicación, por lo que se recomienda no abordar la unidad.
La APP también ofrece un botón de pánico que se puede activar presionando durante tres segundos si se siente en peligro; lo que hace es enviar un mensaje y su ubicación a la policía y a un contacto de emergencia.
¿QUIÉN ES CARLOS MOISÉS HERNÁNDEZ SUÁREZ?
Es Originario de Armería, Colima.
Es ingeniero agrónomo zootecnista por la Universidad de Colima; maestro en ciencias en estadística por el Colegio de Postgraduados de Chapingo y doctor en estadística y biometría por la Universidad de Cornell.
Entre otros, jefe del Departamento de Biometría y Estadística del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, fundador y director de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima, fundador y director del Instituto de Innovación y Desarrollo Tecnológico y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
También es autor de tres patentes ante el IMPI.