Grandes corporativos intentan atraer a graduados, que forman parte de la generación Z, prometiéndoles más que un empleo seguro.
Si bien la generación Z es notoria por su pragmatismo y su deseo de estabilidad, algunas corporaciones intentan atraerlos con la promesa de aventura y trascendencia.
Merck y Genentech les brindan la oportunidad de curar enfermedades. Los reclutadores de Lockheed Martin tratan de convencerlos con el argumento de servir al país y hasta contribuir a poner un astronauta en Marte. Por su parte, los comercializadores de IBM enfatizan la oportunidad de combatir el cambio climático, aplicar el poder computacional a la atención médica, y renovar los cimientos de los servicios financieros.
El hecho de que la generación Z [gen Z] busque estabilidad no significa que carezcan del deseo de algo más, como ambicionan sus hermanos y hermanas mayores. Por ello, los empleadores están explotando este anhelo con propuestas de reclutamiento que resaltan cosas como “misión” y “oportunidad”.
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Por ejemplo, durante los “días de internado”, cuando cientos de gen Z se dan cita en la sede de Merck, “lo que quieren saber es cómo estamos curando el cáncer o lo que hacemos contra la oncocercosis [ceguera de los ríos]”, informa Tracey Franklin, vicepresidenta de reclutamiento para la farmacéutica. “Creen que de veras pueden cambiar el mundo, y quieren trabajar para una compañía que cambie el mundo. Diría que es un rasgo de los millennials, y parece más fuerte en ellos que en las generaciones precedentes”.
La generación Z ha crecido “en un mundo dominado por la conectividad tecnológica y el acceso a la información”, interpone Connie White, directora de adquisición de talentos universitarios en Genentech. “Por consiguiente, son mucho más conscientes de los desafíos socioeconómicos y ambientales. Y están deseosos de tener un impacto positivo en el mundo”.
Los mensajes de reclutamiento de las grandes compañías suelen evitar la política, aun cuando algunas empresas han tocado este tema para exponer su caso a la generación Z. Por ejemplo, IBM ha tenido el cuidado de señalar su oposición a las legislaciones con que Carolina del Norte y Texas han prohibido que las personas transgénero utilicen sanitarios públicos, así como sus esfuerzos para idear soluciones climáticas, todo con la finalidad de evocar el sentimiento de misión y conciencia social de la generación Z.
El hecho de que la generación Z busque estabilidad no significa que carezcan del deseo de algo más, como ambicionan sus hermanos y hermanas mayores
IBM no tiene que esforzarse mucho para que sus reclutas en potencia se convenzan de que el Gigante Azul puede ofrecerles la estabilidad que buscan; después de todo, la corporación ha existido desde hace 108 años, apunta Obed Louissaint, vicepresidente de talentos en el departamento de recursos humanos de IBM, donde reciben 9,000 solicitudes de trabajo diarias y contratan alrededor de 45,000 empleados al año.
Por su parte, Lockheed Martin —el coloso de las industrias aeroespacial y de defensa— resalta el servicio al país y sus aliados, y también habla de llevar humanos al espacio, revela Patricia Lewis, vicepresidenta de recursos humanos de este contratista, quien añade que más de 40 por ciento de la fuerza de trabajo está compuesta por la generación Z y millennials; y que Lockheed Martin está deseosa de reclutar ingenieros talentosos que trabajen en los sectores espacial y tecnológico.
La generación Z “está muy motivada por la misión”, prosigue Lewis. “En general, buscan trabajar en una compañía consagrada al mejoramiento socil. Y eso aplica a nuestro caso, en cuanto a lo que hacemos para el país y nuestros aliados de todo el mundo. Asimismo, estamos construyendo una alianza con la NASA para desarrollar naves espaciales y enviar astronautas a la luna y Marte. Es el tipo de misión con que los jóvenes pueden identificarse. Es muy atractiva para ellos”.
Otro atractivo enorme para quienes egresen de la universidad este año es la flexibilidad implícita en el trabajo, además de la capacidad para crecer y correr aventuras. Caitlin Storhaug, directora de comunicaciones para reclutamiento y mercadotecnia global en la consultoría McKinsey & Company, dice que las investigaciones de su firma han revelado que, incluso en las grandes empresas, la generación Z ambiciona lo que ella denomina “autonomía de carrera”: la posibilidad de no predeterminar su trayectoria profesional y mantener las puertas abiertas.
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“‘Explorar’ es un término fundamental de nuestras investigaciones, por lo que adecuamos la consultoría a la exploración. La variedad de roles es increíble”.
En ese sentido, Lewis agrega que los reclutas jóvenes de Lockheed Martin tienen una amplia gama de oportunidades de rotación, ya que esto aumenta las posibilidades de retenerlos en la empresa. “Hemos observado que, cada par de años, piden nuevas oportunidades para expandir sus carreras”, explica. “Muchos de nuestros empleados quieren pasar de un área de negocios a otra o de experiencia en experiencia, y es muy importante ofrecerles esto, ya que la experimentación los motiva mucho”.
“Estamos trabajando en ese tema”, concuerda Franklin, de Merck. “Queremos asegurarnos de que la compañía proporcione aprendizaje continuo y les permita elegir, aprender y hacer distintas cosas”.
Louissaint precisa que, en los eventos de reclutamiento de IBM (como la reciente conferencia en la Universidad de California en Berkeley), suelen participar siete empleados que cuentan sus historias desde perspectivas que abarcan de dos a 37 años de experiencia.
“Podrías pensar que una persona que ha estado 37 años en la misma empresa ahuyentaría a cualquiera; después de todo, ha trabajado casi el doble de lo que [la generación Z] han vivido”, reconoce.
“Pese a ello, me parece que esa persona puede hablar de sus experiencias sobre sus múltiples trayectorias profesionales y las docenas de puestos que ha desempeñado, transmitiendo el mensaje de estabilidad”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek