Superar la pobreza en Oaxaca es casi imposible, desde hace décadas la movilidad social está negada para cada 86 de 100 oaxaqueños, de acuerdo con el Informe de Movilidad Social 2019 del Centro de Estudios “Espinosa Yglesias” (CEEY).
La falta de posibilidades, sin embargo, no tiene que ver con el esfuerzo que realicen las personas, sino con causas profundas de desigualdad.
Los habitantes de la entidad, como los del sur- sureste del país presentan una mayor dificultad para escalar económicamente en comparación con el norte, lo que inclusive, de acuerdo al citado estudio está en relación con el color de piel.
El director Ejecutivo del CEEY, Roberto Vélez Grajales apunta que los resultados arrojados por la encuesta nacional muestran una brecha importante de movilidad social entre el sur y norte del país.
Y es que mientras en el norte 56 de cada 100 tienen la posibilidad de ascender en su posición social, en el sur 86 de cada 100 permanecen en condición de pobreza.
Un mexicano que nace en un hogar muy pobre en el norte tiene alrededor de 3.5 veces más posibilidades de salir de la pobreza que uno que nace en la misma situación en el sur, sostiene en entrevista.
“El 50 por ciento de las desigualdades en México se explican por razones que no tienen que ver con el esfuerzo, sino con las condiciones de origen de las personas”, afirma.
Considera que la intensidad y esfuerzo del Estado Mexicano para emparejar las oportunidades tiene que estar muy marcado en términos territoriales y regionales, la proporcionalidad del apoyo debe fortalecerse en el sur que en resto del país.
Detalla que la desigualdad educativa, en salud, empleo, sumado a que las inversiones no llegan, son factores que inhiben el desarrollo regional de estados como Oaxaca, Guerrero y Chiapas con altos índices de marginación y pobreza.
Identifica como retos la generación de oportunidades para tener mejores resultados y resolver los problemas de desigualdad, “en el norte y centro del país hay oportunidades a diferencia de entidades del sur en donde el esfuerzo es doble.
Subraya que la conflictividad social y política de entidades sureñas influye de cierta forma, aunado a que la Federación debe impulsar pilares universales en educación, salud y protección social.
“Los programas (Bienestar) son muy importantes, pero por sí solos, no resuelven los problemas (de desigualdad y pobreza), si no se establece una base mínima de resultados, serán la mejor vía”, externa.
Agrega que en el sexenio pasado no fueron perceptibles avances con las políticas públicas implementadas, al contrario empeoró dado que 8 de cada 10 personas que viven en los estados de sur se mantienen en condiciones de pobreza”, cierra.