Las autoridades fronterizas de Estados Unidos planean hacer pruebas de ADN a las familias migrantes para determinar el parentesco de adultos y niños, indicaron funcionarios del Departamento de Seguridad Interior.
Un programa de aplicación de tests “Rapid DNA” (ADN rápido) ha sido lanzado ya en varios lugares a lo largo de la frontera con México, donde decenas de miles de migrantes indocumentados cruzan la frontera cada mes, muchos de ellos en familias que piden asilo.
Los funcionarios indicaron que algunos adultos usan niños que no son familiares suyos para entrar y permanecer en Estados Unidos, y que las nuevas pruebas están encaminadas a prevenir esta práctica.
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Las autoridades planean tomar muestras de tejido bucal de los migrantes y procesarlas para ver si existe un parentesco, y si se confirma que no están emparentados, perseguirlos judicialmente, indicaron los agentes.
“Conocemos el problema que estamos viendo, sabemos que son unidades familiares fraudulentas”, dijo un oficial bajo petición de anonimato.
Unas 190,000 personas entraron en el país en unidades familiares, sin documentos de inmigración, entre octubre y marzo, según las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras.
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El Departamento de Seguridad Interior (DHS, Department of Homeland Security) dijo que los interrogatorios y otras técnicas de investigación revelaron que más de 1.000 de esas “familias” no eran lo que dijeron ser.
Los tests de ADN estarán centrados en identificar las relaciones de padres e hijos, no otros vínculos familiares.
El funcionario del DHS dijo que el nuevo programa determinará si el uso de Rapid DNA, un procedimiento de dos horas en el que el tejido bucal es procesado en un instrumento de análisis de ADN portátil, es factible y abordable en la frontera.
“Puede ser la vía del futuro”, dijo.