Jair Bolsonaro, el presidente de Brasil que ha declarado ser homófobo, afirmó ante periodistas que su país no debería convertirse en un “paraíso para el turismo gay”.
“Si quieres venir a tener sexo con una mujer, adelante”, dijo Bolsonaro según medios locales, pero acotó: “Brasil no puede ser un país del mundo gay, para el turismo gay. Tenemos familias”.
De acuerdo con The Guardian, los comentarios del mandatario brasileño generaron críticas de activistas LGBT.
“Este no es un jefe de estado, es una desgracia nacional”, dijo David Miranda, congresista de izquierda y activista LGBT, y acusó que estas declaraciones promueven la explotación sexual de las mujeres y que pone en peligro a personas.
Renan Quinalha, abogado y activista LGBT de São Paulo, comentó al medio que esta es “una declaración desastrosa, tanto desde el punto de vista de los derechos humanos como con respecto a la imagen internacional de Brasil”.
Jean Wyllys, primer y único diputado abiertamente homosexual del Congreso de Brasil, renunció a asumir su tercer mandato ante el número creciente de amenazas que recibía desde la elección del presidente de ultraderecha.
Bolsonaro ha hecho previamente numerosos comentarios homófobos, como cuando dijo que prefería tener un hijo muerto que gay.