Pasaron 71 años de gobiernos priístas y otros 19 para fortalecerse, pero la alternancia ya es una constante en México. Datos del Instituto Nacional Electoral (INE) informan que hoy es más probable el triunfo de un candidato de oposición, que la ratificación de un gobierno en turno.
Esto lo dijo Ciro Murayama, Consejero Nacional del INE, en la conferencia “Participación política en México en la era de las alternancias”, que se ofreció en el Colegio de la Frontera Norte (Colef) en Tijuana.
Los números arrojan como tendencia que los electores están recurriendo cada vez más al voto de castigo para quitar del poder a los partidos con candidatos que no cumplen sus promesas de campaña y que fallan en representar a la ciudadanía.
“La gente acaba muy cansada de los gobiernos. Gente que votó por un partido dice no más, me defraudaste”, dijo Murayama.
Entre 2015 y 2018, el 64% de las gubernaturas en este país las ganó un partido distinto al que lideraba, de modo que hay el doble de posibilidades de ganar siendo de oposición.
En 1989, Baja California fue la primera entidad en lograr la alternancia y 30 años después solo hay cinco estados que no lo han vivido: Estado de México, Hidalgo, Coahuila, Campeche y Colima.
Y es de interés para las autoridades electorales ver qué pasará en las elecciones del 2 de junio. ¿Se registrará un mayor número de cambios de gobierno?
En el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) se dieron tres casos incluyendo el de esta península.
Luego se registraron 12 alternancias con Ernesto Zedillo (1994-2000); 7 con Vicente Fox (2000-2006); 16 con Felipe Calderón (2006-2012) y 21 con Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Es decir, 59 en total desde 1989, según Murayama con datos el INE.
Además, de cuatro elecciones presidenciales que se han hecho este siglo en México, tres han resultado en alternancia.
La primera ocurrió cuando Vicente Fox del Partido Acción Nacional (PAN) llegó al poder. La segunda cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) regresó a Los Pinos con Enrique Peña Nieto. Y por último, cuando Andrés Manuel López Obrador del Movimiento de Regeneración Nacional, ganó en 2018.
Esto se traduce en un índice de alternancia del 75%, según Murayama.
“Vivimos en una auténtica era de alternancias y si bien, el resultado electoral de julio del año pasado fue emblemático, no se puede ver aislado de la expresión del voto libre en un contexto de insatisfacción con la democracia”, dijo el Consejero.
Hay alternancias porque el votante está buscando nuevas opciones. Lo interesante, a su parecer, es que a pesar de la insatisfacción, no se está dejando de ir a las urnas.
“En México la participación de la ciudadanía se encuentra en una posición media en nuestro continente” dijo.
“Prácticamente dos de cada tres ciudadanos que son convocados a las urna van, cuando en otros países solo es uno de cada dos. Ahí está Colombia, El Salvador, Chile”, agregó.
Aunque el caso de Baja California puede analizarse de forma independiente, pues históricamente ha sido uno de los estados con menor índice de participación, según Murayama con datos del INE.
En las elecciones presidenciales del año pasado, participó el 52.6 por ciento de los bajacalifornianos, mientras que a nivel nacional votó el 63.4 de los electores.
“Lo que tenemos es quizá menor identificación de la ciudadanía con los temas de la política y con la cosa pública”, dijo el Consejero, quien también detalló que al tratarse de una elección presidencial, sí hubo un aumento en la participación de los bajacalifornianos ese año.
El resultado fue que esta península, y el resto del país a excepción de Guanajuato, se pintó con los colores del gobierno que hoy dirige al país.
“Vivimos esta nueva era de las alternancias ya no tan nueva, que nos ha dado quizá no gobiernos más eficientes, pero sí gobiernos más acotados y no deberíamos renunciar la ciudadanía a [ese] control”, finalizó.