Más de 500 reos de alta peligrosidad fueron trasladados desde cuatro centros de reclusión de Nuevo León a diferentes centros penitenciarios en Coahuila y Morelos, esto con la intención de romper con el “autogobierno” que se presentaba en estos centros, según declaraciones de las autoridades.
Durante la madrugada de este miércoles, elementos de la Policía Federal, en coordinación con la Policía Militar, el ejército y Fuerza Civil de Nuevo León, trasladaron a 472 internos de los penales de Topo Chico, Cadereyta y Apodaca en autobuses fuertemente escoltados al Centro Federal de Readaptación Social localizado en el municipio de Ramos Arizpe.
Mientras tanto, alrededor de 40 mujeres internas en el nuevo reclusorio femenil de Escobedo fueron trasladadas vía aérea al Centro Federal de Readaptación Social Femenil número 16, localizado en el municipio de Coatlán, estado de Morelos.
Varios familiares de los internos de los penales involucrados se apostaron a las afueras de los centros penitenciarios con la intención de impedir el traslado y averiguar si sus familiares internados fueron parte de los reos trasladados. Algunos familiares señalaron que los reos involucrados fueron agredidos y atados de las manos durante el proceso de traslado.
Las autoridades indicaron que este operativo se realizó debido al “autogobierno” que los reos pretendían implantar o mantener en los penales involucrados, además de evitar el cobro por protección y los delitos realizados o coordinados desde el interior de los penales.
Se espera que, en las próximas horas, se ofrezca una rueda de prensa para otorgar más información al respecto.
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